GUATEMALA/AFP
Las autoridades guatemaltecas recluyeron este miércoles en una cárcel de máxima seguridad al costarricense Alejandro Jiménez, alias “El Palidejo”acusado de ordenar el ataque en el que murió el trovador argentino Facundo Cabral en julio de 2011, tras arribar a Guatemala expulsado por Colombia.
El juez Juan José Lemus ordenó que Jiménez, alias 'el Palidejo', permanezca en la prisión Fraijanes I, 20 km al este de la capital, para que luego rinda su primera declaración este miércoles o jueves en el juzgado Quinto Penal que sigue el caso del crimen.
Jiménez, acusado en Guatemala de homicidio y de intento de asesinato, en un breve intercambio con periodistas se declaró inocente de los cargos, e indicó que su abogado costarricense, Francisco Campos, arribará en breve al país.
“Soy inocente, hay mucha inocencia, mucha rabia y no sé de qué se me acusa”, dijo Jiménez desde el auto en que fue conducido al presidio, tras llegar en la madrugada del miércoles a la Fuerza Aérea Guatemalteca en un avión de la Policía colombiana.
La titular del Juzgado, Claudia González, decidirá cuál es el procedimiento después de escuchar el testimonio de Jiménez. Por su parte, el vocero del sistema penitenciario, Rudy Esquivel, afirmó que se redobló la seguridad en la cárcel para evitar cualquier incidente.
Un primer vuelo que conducía a Jiménez desde Colombia hacia Guatemala, en la tarde del martes, debió regresar a Bogotá debido a que Costa Rica reclamó a las autoridades de Guatemala garantías de que no será sentenciado a muerte.
El avión volvió a partir de Colombia luego de que el gobierno de Guatemala dio la garantía, pues la pena capital por inyección letal, aunque está vigente, no se aplica desde 1998, debido a un vacío jurídico respecto a la aplicación o no del indulto presidencial.
El Juzgado Quinto es la misma judicatura que envió a juicio a otros cuatro implicados en la muerte del trovador, cuya fecha de inicio aún se desconoce. Cabral, de 74 años, fue asesinado cuando, tras haber ofrecido dos conciertos en la capital guatemalteca, se dirigía del hotel al aeropuerto en el coche que era conducido por el empresario nicaragüense Henry Fariñas, quien lo había contratado para actuar en Guatemala.
Fariñas, quien según las investigaciones era el blanco del ataque, resultó herido pero sobrevivió a la emboscada y acusó ante la justicia a Jiménez de ser el autor intelectual del atentado, que atribuyó a su negativa a venderle los centros nocturnos “Élite” en Costa Rica y Nicaragua.