GUATEMALA/AFP
El costarricense Alejandro Jiménez, acusado de ser autor intelectual del ataque en el que murió el trovador argentino Facundo Cabral en julio de 2011, comparecerá ante la justicia el jueves para rendir declaración, anunció la jueza del caso.
La titular del Juzgado Quinto de Primera Instancia Penal, Carolina González, dijo a periodistas que Jiménez, quien llegó en la madrugada del miércoles a Guatemala tras ser capturado en Colombia, será remitido por efectivos de las fuerzas de seguridad a su primera audiencia.
En la cita judicial, programada a las 08H30 locales del jueves (14H30 GMT), La magistrada interrogará al acusado, quien se puede abstener de declarar, y determinará aspectos de su defensa.
González dictaminó que Jiménez, alias 'el Palidejo', de 38 años, permanezca en la prisión de máxima seguridad Fraijanes I, 20 km al este de la capital, bajo seguridad redoblada por policías y militares.
“Por situaciones de seguridad el lugar preciso (dentro del penal) donde está recluido no es público, pero el área donde fue asignado permite una reclusión unipersonal, con un custodio y un monitoreo de 24 horas”, afirmó el vocero del sistema penitenciario, Rudy Esquivel.
“Tenemos asegurado el lugar, él está aislado. No está en contacto con otros reos, y el esquema de protección tiene que ser con medidas un poco más allá de lo que normalmente se hace para que no haya ningún problema”, dijo el ministro del Interior, Mauricio López.
Cuando son “casos paradigmáticos hay un riesgo crítico (…) y tomamos decisiones, acciones y medidas” para garantizar la integridad del reo, comentó López.
El Juzgado Quinto es el mismo que envió a juicio a otros cuatro implicados en la muerte del trovador, cuya fecha de inicio aún se desconoce.
Cabral, de 74 años, fue asesinado cuando, tras dar dos conciertos en Guatemala, se dirigía del hotel al aeropuerto en el coche que era conducido por el empresario nicaragüense Henry Fariñas, quien lo había contratado para actuar en el país.
Fariñas, quien según la investigación era el blanco del ataque, resultó herido en la emboscada y acusó a Jiménez como autor intelectual del atentado, que atribuyó a su negativa a venderle unos centros nocturnos en Costa Rica y Nicaragua.