Pablo Fletes
El púgil nicaragüense Román “Chocolatito” González sabe que tiene un prestigio que cuidar en México.
Sin embargo, ningún representante de la empresa promotora Zanfer se presentó a la terminal aérea para recibir a González y Obando.
Después de esperar un tiempo, ambos tomaron un taxi y se marcharon al hotel en el que tenían las reservaciones, algo que no debería pasar con ningún peleador extranjero que viaja a un combate y más con la categoría internacional del “Chocolatito”.
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Y por esa razón, aseguró que no le brindará ninguna concesión al mexicano Manuel Jiménez, su rival de este sábado en el Palenque de Gallos de Culiacán, Sinaloa, en una pelea en la que no expondrá su corona minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
“No menosprecio a Jiménez, pero haré mi trabajo para ganar”, dijo González en torno a la calidad de su rival. “Si llego a la decisión con él, pues bien porque me servirá para mi preparación. Pero si lo puedo noquear temprano, lo haré porque tengo que cuidarme mucho para mi próxima pelea que será en defensa del título”, añadió.
El “Chocolatito” hizo énfasis en la necesidad de salir rápido de Jiménez, un discreto rival con récord de 11-2-1, 5 nocauts.
“Si la pelea se acaba en el primer round será mejor, porque en el boxeo mexicano hay muchas mañas y no quiero exponerme a un corte”, reiteró.
El “Chocolatito” está haciendo planes con una rápida victoria, tanto así que asegura que el próximo lunes regresará al gimnasio para continuar su preparación con miras a su duelo contra Ramón “Príncipe” García, en defensa del cinturón minimosca de la AMB.
“Tengo ese compromiso con el Príncipe García. La pelea ya está confirmada para el 21 de abril, y tengo que echarlas todas este sábado”, enfatizó González.
En hora del mediodía de ayer el “Chocolatito” realizó un entrenamiento público en Culiacán.
Sin embargo, no duró mucho tiempo. Apenas se subió a un ring y realizó unos ligeros movimientos, en vista que ya solo está dedicándose a correr para marcar la categoría.
Por la tarde, González usó una máquina corredora en el gimnasio del hotel en el que se hospedaba, quedando muy cerca de las 109 libras, el peso en que fue pactado su compromiso de este sábado con el mexicano Jiménez.