Bueno, una cosa es segura: nunca volverá a quejarse de falta de bolsillos para sus gadgets. Este saco de obsesiva ingeniería (gris, rojo o negro) tiene 20.
Cada uno viene con una pequeña etiqueta, para saber qué va en cada lugar, y un cierre con agarradera de tela.
Tiene bolsillos para el teléfono (con paredes aptas para pantallas táctiles); para lentes (con un trapito de limpieza sujetado con una correa); para llaves (con un broche elástico); para botellas de agua; para carteras; para lapiceros. Incluso tiene un bolsillo para iPad (no es broma) en la parte interna delantera.
Tal vez sea el primer saco que necesita instructivo. Al igual que los modelos previos Scott eVests, este saco tiene un sistema de canales que dirige los auriculares hacia el cuello.
Lo nuevo es que las mangas se desprenden con un par de jalones, convirtiéndolo en un chaleco.
Vale 160 dólares.
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