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XXII Cumbre Iberoamericana en bicentenario de la Constitución de Cádiz

Por: León de la Torre Krais

Hoy 19 de marzo se cumplen 200 años de la proclamación de la Constitución de Cádiz (día de San José, por eso comúnmente conocida como “la Pepa”), hito fundamental en el devenir histórico y político de España e Iberoamérica. Los ideales de libertad y progreso por los que nuestras sociedades trabajan con empeño tienen su origen en ese texto elaborado en Cádiz en 1812 con la contribución de los políticos y juristas más notables de la época de ambas orillas del Atlántico. Hasta 86 representantes americanos participaron en las Cortes Constituyentes que alumbraron nuestra primera constitución democrática que sirvió de referencia a tantos países a ambos lados del Atlántico. De Nicaragua quiero destacar la participación de José Antonio López de la Plata, que llegó a ser vicepresidente de las Cortes de Cádiz.

Los principios de soberanía nacional, libertad individual, igualdad ante la ley, representación, separación de poderes y libertad de prensa se recogen en la constitución gaditana y se expandieron por el continente americano donde abonarían la semilla de la emancipación de los pueblos de América que germinó con la creación de los nuevos Estados independientes, que a su vez se dotaron de constituciones inspiradas en muchos aspectos en la de Cádiz de 1812.

El pasado 29 de febrero el presidente del Gobierno de España, D. Mariano Rajoy, visitó la sede de la Secretaría General Iberoamericana para presentar la XXII Cumbre Iberoamericana que se celebrará los días 16 y 17 de noviembre en Cádiz, reconociendo así la importancia de las Cortes de Cádiz y lanzando el programa de los actos conmemorativos del bicentenario.

Veintidós años después de la primera Cumbre Iberoamericana de Guadalajara (México) en 1991, el espíritu que animó su nacimiento se mantiene vigoroso, como lo demuestran los logros que se han alcanzado en estos años de compromisos y vínculos reforzados cumbre tras cumbre. Hemos sabido crear un rico acervo político, económico, cultural y social, asentado sobre la vigencia universal de las dos lenguas que compartimos. La Comunidad Iberoamericana forma hoy una red estrecha de cooperación en todos los ámbitos, sólida y dinámica, que favorece nuestra presencia relevante en un mundo globalizado, con una mirada puesta en la Unión Europea y otra en la pujante Asia. Un mundo que ha evolucionado mucho desde la primera Cumbre y en particular es el ámbito iberoamericano el que ha experimentado una espectacular transformación en este periodo. Lejos quedaron los tiempos de las crisis recurrentes de inflación y estancamiento que marcaron la “década perdida”.

América Latina hoy es una región emergente con un futuro prometedor gracias a una en general afortunada combinación de factores entre los que es preciso destacar la buena gestión de las políticas públicas, la eficaz explotación de recursos naturales y la consolidación de la democracia en sociedades más abiertas y participativas, que han sabido tomar el pulso a los acelerados cambios acaecidos en la escena internacional. Tomando prestadas las acertadas palabras del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, las tornas han cambiado, “ahora es el mundo desarrollado el que sufre la crisis y América Latina es parte de la solución de la misma”.

Esta es la realidad que pretende abordar la Cumbre de 2012 como queda patente en el tema escogido para la reunión: “Una relación renovada en el Bicentenario de la Constitución de Cádiz”. Una relación basada en la igualdad y en el reconocimiento de la diversidad y el respeto de las diferencias que no impide que el conjunto de pueblos iberoamericanos se presenten ante el mundo como un sistema cultural integrado y vigoroso, asentado en la creciente fuerza universal de sus dos lenguas que son el vehículo para la consolidación de una identidad común.

En una época en la que asistimos a una verdadera proliferación de iniciativas de integración regional, también en América Latina, tan necesarias para defender los intereses comunes en un mundo cada vez más competitivo, debemos preguntarnos por la especificidad propia y el valor añadido que aportan las Cumbres Iberoamericanas. En este sentido cabe afirmar que la Comunidad Iberoamericana es una realidad social, económica, política y cultural forjada a lo largo de la historia, que ha sido capaz de aprovechar ese bagaje acumulado y canalizarlo a través de las cumbres y de la creación de la Secretaría General Iberoamericana.

El Gobierno de España es consciente del esfuerzo invertido en esta singladura y se propone revitalizar esta estructura dotándola de mayor contenido. Se ha elaborado una ambiciosa agenda para la cita de Cádiz, en la que se abordarán cuestiones como el lanzamiento de una estrategia para la lucha contra la pobreza, el crecimiento económico y la cohesión social, el empleo y el papel de las pymes o la relevancia de la inversión en infraestructuras en el desarrollo. También se ha establecido un calendario de reuniones ministeriales sectoriales preparatorias que desde ya irán perfilando propuestas concretas, que serán presentadas en la Cumbre de noviembre, propiciando así un diálogo de amplio espectro en el que se tratarán todos los asuntos planteados.

El futuro de las Cumbres Iberoamericanas pasa por reconocer estos cambios trascendentales para reforzar los vínculos históricos y la comunidad de valores que nos permita descubrir nuevas formas de cooperación en todos los ámbitos, siempre con la mira puesta en lograr reducir la pobreza en nuestras sociedades, favorecer la cohesión social y consolidar el bienestar de nuestros ciudadanos.  

El autor es Embajador de España en Nicaragua

Opinión Constitución de Cádiz Iberoamérica ideales archivo

COMENTARIOS

  1. GUICAG
    Hace 12 años

    LA BANDA BOLIVARIANA SE OPONDRÁ A LA CUMBRE IBEROAMERICANA. Y la culpa la tiene España, que ha permitido a los “coyotes” internacionales –como Evo, Daniel y Correa- la condonación de la deuda comercial en varias ocasiones, pese a que invocan con resentimiento la historia de la colonización y no piensan en el futuro, ni menos aún hablan del destino del dinero condonado. Desde luego, lo regalado no tiene precio ni se valora. Debería auditarse al Estado que pide condonación de su deuda

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