Quito/EFE
El Gobierno de Ecuador expresó hoy su voluntad de abrir un “dialogo de paz” con las organizaciones indígenas que realizan una marcha a Quito en protesta contra la minería a gran escala y otras políticas del Ejecutivo.
Mireya Cárdenas, titular de la Secretaría de Pueblos de Ecuador y con rango de ministra, aseguró en una rueda de prensa que el Gobierno ha mantenido conversaciones con varias organizaciones sociales, incluso de indígenas que apoyan la marcha, y reiteró que las autoridades “siempre hemos estado llamando a este diálogo de paz”.
“Queremos que este diálogo quede abierto el día de mañana”, añadió Cárdenas tras remarcar que durante las manifestaciones previstas para mañana en Quito “no va a haber confrontación, al menos por parte de las organizaciones” que apoyan al Gobierno.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), otrora aliada del presidente del país, Rafael Correa, inició el pasado 8 de marzo una marcha que partió desde la provincia de Zamora Chinchipe (sureste) y que, tras unos 700 kilómetros de recorrido, ahora se encuentra a las puertas de la capital.
De su lado, grupos sociales afines al Gobierno preparan para mañana mismo una concentración en la capital de apoyo “a la democracia” y a la gestión de Correa.
Según Cárdenas, el oficialismo y los indígenas “estamos trabajando por un Ecuador diferente”, por lo que “los diálogos han sido abiertos”.
“Esperamos que el pueblo no se deje manipular” por los violentos, añadió la secretaria, secundada por el subsecretario de Participación Ciudadana, Edgar Frías, quien remarcó que en el Gobierno “hay una política de diálogo” con los indígenas.
“Ellos son nuestros hermanos, no son nuestros enemigos”, agregó Frías tras insistir en que en el Gobierno hay una “política de puertas abiertas y de respeto a la identidad de cada una de las organizaciones” sociales del país.
Dijo esperar que mañana jueves sea “un día de paz, de encuentro”, ya que “en una sociedad democrática todos tenemos derecho a opinar y a discrepar: pero de ahí a impulsar acciones de violencia hay un tramo muy largo”, subrayó Frías.