Wendy Álvarez Hidalgo y Lucydalia Baca Castellón
Nicaragua necesita generar más empleo para absorber la creciente masa de jóvenes que cada año entran al mercado laboral. Empleos que no sean precarios, con oportunidades de crecer profesionalmente y capaz de evitar que la emigración continúe siendo vista como una alternativa para la población joven.
La titular del Mitrab, Jeannette Chávez., afirma que actualmente existen 2.9 millones de nicaragüenses ocupados y un desempleo abierto menor al seis por ciento. “Lógicamente habrá quienes son ocupados por cuenta propia”, señala Chávez.
Aunque desconoce cuál es la meta de captación de nuevos asegurados del INSS. Para Chávez la meta es “llegar a todo aquel que trabaje y no cuente con la protección de la seguridad social. No importa dónde esté, basta que sea un trabajador”, asegura.
Y añade que la idea es que la mayor parte de esa masa laboral goce del derecho a la seguridad social. “Ya sea a través del seguro facultativo o alguna modalidad que el INSS ponga a disposición que podría ser a través de una cuota fija o otro mecanismo”, sugiere Chávez.
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El coordinador general de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), José Manuel Mariscal Arroyo, explicó que la idea “es crear oportunidades de formación, capacitación, emprendedurismo de iniciativas para conseguir la autonomía económica de los jóvenes en más riesgo de exclusión”.
El programa beneficiará entre 4,000 y 5,000 jóvenes con una inversión superior a los cinco millones de dólares.
El representante de la Aecid señaló que esperan que con los resultados se logre crear una política pública. Entre las barreras identificadas hasta ahora, Mariscal menciona la falta de oportunidades de empleo, la falta de acceso al crédito, la ausencia de capacitación y formación.
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El coordinador residente del Sistema de las Naciones Unidas, Pablo Mandeville, asegura que aunque en los últimos años el Gobierno ha hecho un gran esfuerzo para generar empleo, todavía es insuficiente con relación a la demanda real de trabajo para el segmento joven.
“Como saben el empleo formal, que ha ido creciendo, sigue siendo relativamente minoritario en el país, por lo tanto importa no solo crear oportunidades de generación de ingreso, sino que sean empleos dignos, formales y ahí es hacia donde nosotros estamos apostando”, dijo.
El diplomático, que participó en un foro sobre empleo juvenil, reconoce que desde 2009 hay mayores oportunidades laborales y sociales para los jóvenes, pero hace falta trabajar más. “Hay más oportunidades, los jóvenes trabajan más, hay más oportunidad de encontrar empleos decentes”, agregó. No obstante, más de la mitad de la población juvenil “vive en situación de pobreza”.
Entre el primer trimestre de 2010 y el segundo trimestre de 2011, la Población Económicamente Activa (PEA) se incrementó en 303,788 personas, la mayoría mujeres. Según cifras que maneja el Gobierno, entre 2007 hasta la fecha se han creado 700,000 puestos de trabajo, incluido los generados por la ejecución de varios programas sociales como Usura Cero, Hambre Cero, entre otros.
JÓVENES SON LOS MÁS AFECTADOS
El desempleo y el subempleo en Nicaragua afectan principalmente a los jóvenes. Según datos oficiales, en el caso de las personas de 15 a 25 años, el subempleo alcanza entre el 53 y 59 por ciento, según datos facilitados por el economista Adolfo Acevedo.
La situación se agrava en las zonas alejadas del país, es decir en el área rural. Es por ello que Naciones Unidas desarrolla diversos programas de capacitación y creación de oportunidades en esas zonas. “Nosotros estamos trabajando en eso junto con las políticas del Gobierno. Hay programas de cooperación en este sentido”, afirma Mandeville.
INCLUIR EN EL CRECIMIENTO
El especialista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Mauricio Dierckxsens, señala que a nivel de Latinoamérica existen 60 millones de jóvenes con problemas de empleo, que incluye a los que no encuentran un empleo y los que no trabajan ni estudian, así como los que están en la informalidad.
“Estos jóvenes no están generando ni ingreso ni desarrollando sus habilidades para participar en el mercado”, afirma. El problema, según el experto, es que si bien América Latina está creciendo a grandes velocidades, los jóvenes no están siendo parte integral de este desarrollo. “No estamos logrando incluir (a los jóvenes) en el desarrollo productivo de los países. Se está creciendo pero no con inclusión de los jóvenes”, expresa.
El especialista insta a aprovechar la mano de obra joven para potenciar el desarrollo nacional, pero con empleos dignos. En ese sentido, el representante sindical, Luis Barbosa, asegura que para lograr ese objetivo la empresa privada debe unirse y crear las condiciones necesarias, como por ejemplo, avanzar en la aprobación de la Ley de Tercerización, precisamente para evitar la precariedad laboral.