Con misas y peregrinaciones los salvadoreños conmemoraron ayer los 32 años del asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, cuyo proceso de canonización está en manos del Vaticano. Cientos de fieles participaron en una misa en la capilla del hospital donde fue asesinado de un disparo al corazón el 24 de marzo de 1980. Posteriormente marcharon hacia la Catedral, en un recorrido de unos siete kilómetros, para visitar la cripta que guarda los restos del religioso.
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