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Orlando J. Icaza

Eduquémonos contra el cáncer

El término científico y ahora popular de cáncer es un saco roto donde los médicos han metido una serie de enfermedades con muchas facetas, orígenes y diversos comportamientos que solo tienen en común el hecho de ser agresivas por la velocidad con que ciertas células se reproducen causando un daño en muchos de los casos, irreversible y continuo hasta llevarnos a la muerte prematura.

Hay pues infinidad de cánceres. Todos diferentes. Unos más agresivos, otros menos.

Entre los más frecuentes y conocidos están el de las mamas, colon, pulmón, piel, útero incluyendo el cérvix (uno de los más comunes en Nicaragua) ovario, próstata y del sistema linfático-sanguíneo (linfomas, leucemias).

En cada órgano estos cánceres pueden ser diversos. Como ejemplo podemos decir que el pulmón puede ser afectado por adenocarcinomas (cáncer formado especialmente de glándulas), cánceres de células escamosas, cánceres con células de origen nervioso y hormonal, cánceres de células no epiteliales (el epitelio son células que recubren nuestros órganos) solo para mencionar los más comunes.

Entre los más agresivos y difíciles de tratar están los sarcomas que son cánceres por lo general de células no epiteliales. Dentro de este grupo hay también una diversidad enorme. Nos encontramos con el rabdomiosarcoma formado especialmente de células de músculo, los fibrosarcomas formados de células fibrosas, los histiosarcomas formados de histiocitos (células inflamatorias encargadas de defender nuestro organismo). Los hay de células nerviosas, sinoviales, grasas (liposarcomas) etc.

Extirpar, radiar y usar sustancias químicas (parecidas a los antibióticos) son por lo general los tres pilares del tratamiento.

La prevención o la detención temprana son esenciales para erradicar estas enfermedades.

Recientemente hay grandes avances de la medicina molecular que nos están permitiendo detectar ciertas proteínas con los genes que las generan y controlan, en cada uno de estos cánceres. Estos genes o las proteínas que producen, se pueden bloquear específicamente con nóveles medicamentos impidiendo el desarrollo del mal con mucho menos efectos colaterales, que los producidos por los tradicionales quimioterápicos que son extremadamente tóxicos y capaces de curar por un lado, pero de causar otros cánceres por el otro o de dañar irreversiblemente ciertos órganos vitales de nuestro cuerpo.

La ciencia ha llegado a un punto este año, que los tejidos que se remueven (biopsias) para diagnosticarlos se deben analizar con mayor énfasis en detectar qué tipo de receptores (proteínas) están presentes en el tumor, para luego determinar el bloqueador que se puede usar, casi ya sin importar el tipo u origen del cáncer. Sin embargo, estamos apenas viendo la punta del icerbeg. Además, no todos los nuevos bloqueadores están exentos de efectos colaterales, aunque estos por lo general son cada día menos tóxicos.

Nuevas técnicas quirúrgicas menos invasivas usando láseres, microondas, robots han abierto horizontes desconocidos hace apenas unos meses atrás. Cánceres primarios y metastásicos del hígado están siendo exitosamente tratados apenas este año con algunas de estas técnicas.

La batalla se está ganando y se comienza a notar por primera vez en la historia, una disminución efectiva en la mortalidad causada por los cánceres más comunes como son el de ciertos tipos de cánceres de mamas, pulmón, colon, cérvix, algunos linfomas y próstata (este año han sido fenomenales los avances en este caso particular. Actualmente hay un estudio con resultados magníficos en cáncer de próstata metastásico, a los huesos que antes era intratable, en el Moffit Cáncer Center en Tampa, Florida y que es gratis por el momento). No ha sido así el caso del cáncer de ovario, ciertos sarcomas y cerebro que todavía mantienen tasas altas de mortalidad y son difíciles de manejar.

Mantener una dieta equilibrada, reducir las agresiones contra nuestro cuerpo como el fumado, estrés, sexo sin control, protegerse de la exposición a gases industriales y químicos muchas veces de apariencia inocua (sustancias para la limpieza de la casa, jardín, gasolinas, fertilizantes, insecticidas etc.), visitar al médico rutinariamente si se tiene historia familiar, son quizás las mejores y más sencillas formas de prevenirlo.

Nicaragua en medio de su pobreza tiene suficientes medios humanos y materiales para controlar de manera eficaz este flagelo de la humanidad. Todo es proponérnoslo y comenzar a caminar. El autor es médico. M.D. Leesburg, Florida

Opinión

COMENTARIOS

  1. Adolfo
    Hace 12 años

    La exposición del Dr. Icaza sobre la temida enfermedad y sus diferentes facetas,es claramente informativa y muy bien documentada.Sin duda que es uno de los azotes de la humanidad. Las estadísticas y la experiencia confirman que aún no se ha encontrado una cura eficaz y los tratamientos actuales lo único que han logrado es prolongar la agonía de los enfermos, o postergar el descenlace final. La prevención,como muy bien lo indica,continúa siendo la mejor opción para enfrentar el cáncer.

  2. Ramiro Ortega
    Hace 12 años

    excelente articulo. Cuando uno llega a los 40 esta informacion es muy importante. Es mas, es necesaria. Muchas Gracias doctor Icaza.

  3. Rosendo Alviler
    Hace 12 años

    Excelente y educativo.

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