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Las FARC llegan débiles y reducidas a su última liberación de rehenes

Las FARC afrontan la liberación de sus últimos rehenes uniformados en un estado de debilidad militar y con menos combatientes, en parte a causa de los golpes que las fuerzas de seguridad colombianas han asestado a la guerrilla en los últimos tiempos, según fuentes de inteligencia de la Policía.

Bogotá/EFE

Las FARC afrontan la liberación de sus últimos rehenes uniformados en un estado de debilidad militar y con menos combatientes, en parte a causa de los golpes que las fuerzas de seguridad colombianas han asestado a la guerrilla en los últimos tiempos, según fuentes de inteligencia de la Policía.

En un encuentro con periodistas de medios internacionales en Bogotá, al que también asistió el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, máximo responsable de las Fuerzas Militares y de la Policía, las fuentes hicieron una radiografía de la situación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y cifraron en 9.200 el total de guerrilleros.

Este numero es prácticamente la mitad de los 18.000 que las autoridades calcularon que tenían las FARC en la década de 1990.

La estructura de mayor peso político y militar, que es el Bloque Oriental, cuenta con casi la mitad de hombres de las FARC, unos 4.300, aunque según la inteligencia colombiana atraviesa su peor momento después de los recientes operativos en los que murieron 69 combatientes.

La operación “Faraón” del 14 de marzo en Arauca (este) dejó 33 guerrilleros muertos y la “Armagedón” del pasado lunes día 26 en el Meta (centro) otros 36, a tan solo una semana del inicio de las liberaciones. Según lo previsto, los próximos días 2 y 4 de abril, las FARC harán la entrega unilateral de los últimos diez rehenes uniformados en poder de las FARC, guerrilla que, en febrero, dijo renunciar al secuestro como arma de guerra y financiación.

Lo más significativo del saldo, además de la cifra, es que entre los abatidos había al menos seis jefes de frente y una decena de mandos medios que tenían entre 12 y 26 años de militancia, posibilidades de ascenso y cercanía con legendarios comandantes guerrilleros.

Son los casos de alias “Yeison”, sobrino del “Mono Jojoy”, el legendario jefe militar de las FARC muerto en un bombardeo en septiembre de 2010, y también de los cercanos a él “Arcesio Niño”, quien según las fuentes se encuentra “entre los 50 más buscados por Estados Unidos”, “Javier Jota”, “Alonso Rivas” y “Alison”, también cercanos.

Otro de los muertos es alias “Willington”, cercano a Henry Castellanos Garzón, alias “Romaña”, quien hace parte del Estado Mayor de las FARC y es comandante del Frente Oriental. Éste es considerado por las autoridades colombianas como el mayor golpe asestado a las estructuras armadas y de apoyo de la guerrilla y le merma de gente experimentada así de como eventuales nuevos líderes.

La operación “Armagedón”, según explicaron las fuentes oficiales, se empezó a gestar hace tres meses, cuando un guerrillero infiltrado informó de que en Villahermosa, Meta, “una retaguardia histórica”, estaban convocados numerosos líderes guerrilleros en un curso de comandantes.

Un desmovilizado tras los bombardeos explicó que el Secretariado, la máxima instancia de poder de las FARC, organizó este curso dada su preocupación por “las falencias en los mandos”, y encargó de la actividad a Wilson Valderrama Cano, alias “El médico”.

Según el desmovilizado, “El médico” aseguró que las FARC asumían el riesgo de reunir a tantos cabecillas porque era la oportunidad de recomponer el orden interno. Mientras, unos doscientos hombres del Ejército y la Policía desplegaron el operativo que dejó prácticamente descabezado al Bloque Oriental.

Las otras estructuras del país, según las fuentes de inteligencia, también “están mal”, incluida la segunda unidad más grande de las FARC, el Comando Conjunto Occidental, que con sus más de 2.200 hombres es responsable de la ola de atentados con explosivos en distintos puntos del suroeste de febrero pasado.

Según un análisis de la confrontación elaborado por el Ministerio de Defensa, las estrategias militares de las FARC son muestra de su debilidad, porque, argumenta, aunque incrementaron sus acciones en un 23 % en 2011 frente a 2010, su capacidad operacional es baja y cada vez menos sofisticada.

De acuerdo con este documento, un 50 % de los ataques fueron hostigamientos a distancia; el 16 % fueron emboscadas a miembros de la fuerza pública; el 9 % corresponde a combates contra las Fuerzas Armadas, y el 2 % a las incursiones en poblaciones, apartado en el que se destaca que en 2011 esa guerrilla no se tomó ninguna.

Internacionales FARC rehenes archivo

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