Nectalí Mora Zeledón
El Bayern de Munich le recordó a Europa su potencial en la Liga Campeones. El torneo continental de clubes más importante del mundo no gira solamente alrededor del Barcelona o el Real Madrid, candidatos a ser finalistas. Este miércoles, los alemanes demostraron que hay que tomarlos en cuenta.
El mismo día, pero en el Allianz Arena, el Bayern Munich se enfrenta al Olimpique de Marsella.
El miércoles 4 de abril, el Real Madrid recibe al Apoel Nicosia en el Santiago Bernabéu.
Mientras tanto, el Chelsea va contra el Benfica en Stamford Bridge.
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La tropa de Jupp Heynckes reiteró su aspiración a la final que tendrá en casa y se impuso 2-0 al Olympique de Marsella, de visita en el partido de ida, en los cuartos de final. Mientras el Barsa, en esta misma instancia, quedaba sin goles en la casa del Milán, los alemanes dieron un gran paso hacia la semifinal.
Los catalanes no pudieron hacer lo mismo que el Bayern. El portero italiano Christian Abbiati y el muro defensivo de nueve jugadores que lo custodiaron estuvieron perfectos. La propuesta inicial del Milán fue atrevida y arriesgada. Presionó arriba en la salida del balón para buscar el error. Juntó las líneas cuando el Barsa llegó a su portería y salió al contrataque. Y casi tiene éxito en el planteamiento. Robinho (2’), tras un robó de balón, falló en el área y Zlatan Ibrahimovic (19’), en un contrataque, no pudo definir ante el portero Víctor Valdés.
El Barsa creó peligro en los espacios cortos. Andrés Iniesta y Xavi Hernández iniciaban las jugadas, y Messi, quien le ganó la batalla a su marcador personal, el zaguero Alessandro Nesta, intentaba terminarla. Pero el argentino no concluyó los ataques. El muro defensivo del Milán o Abbiati fueron oportunos en los cierres.
Los italianos fueron fieles a su identidad defensiva. Su ataque no fue claro y nunca tuvieron la iniciativa para ir al frente. Atacaron con más instinto que ideas y Abbiati (87) los salvó en un remate de Messi.
Por otra parte, el Bayern en un contragolpe iniciado por Franck Rivery y finalizado por Mario Gómez (44), abrió el marcador. Arjen Robben (69) puso el 0-2 y dejó a los alemanes con un pie en semifinal.