AP/AFP
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no puede ser culpado por el retroceso en la influencia comercial y económica de su país en las Américas y los otros 32 líderes hemisféricos con los que se encontrará este fin de semana lo saben.
Tal influencia retrocedía ya desde antes de que Obama llegara a la presidencia. Pero eso no evitará que en Cartagena, donde se celebra la VI Cumbre de las Américas, Obama sea arrinconado por temas como la terquedad de Estados Unidos en mantener un veto a la participación de Cuba en estas citas hemisféricas y el reclamo de Argentina por las islas Malvinas.
Perú, Chile, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Panamá han expresado su negativa a la iniciativa del presidente de Guatemala, Otto Pérez.
Juan Manuel Santos, el presidente anfitrión de la cumbre, propuso que los 33 mandatarios discutan un posible nuevo enfoque de la lucha antidrogas, diferente al combate frontal que ha impulsado Washington en las últimas décadas, y que sigue manteniendo.
El mismo presidente Barack Obama reafirmó ayer su posición contraria a la despenalización de las drogas en una entrevista publicada antes de viajar a Cartagena. “Estados Unidos no va a legalizar ni a despenalizar las drogas, ya que hacerlo tendría graves consecuencias negativas en todos nuestros países, en cuanto a la salud y la seguridad pública”, sostuvo.
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Los amigos de Obama, que llegaron ayer, aseguran que tres años después de que prometió mantener una relación de igual a igual al asistir a su primera cumbre, el mandatario no ha puesto mucho esfuerzo en forjarla. Y eso solo causa daños a su propio país.
“Lo que yo he dicho, y se lo he dicho en Estados Unidos a muchas personas del Gobierno, es que más les vale mirar hacia el sur, porque para ellos los intereses estratégicos de largo plazo están en América Latina, no en países lejanos”, dijo el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en una entrevista en vísperas de la cumbre publicada en el diario El Tiempo.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, lo puso en simples palabras: “Yo creo que Estados Unidos tiene que voltear a ver realmente con mayor responsabilidad a América Latina, creo que ha estado abandonado… (en) sus relaciones con América Latina”. El mandatario guatemalteco agregó que no se trata de dar más ayuda financiera “sino de abrir mercados, propiciar mejores relaciones” con la región.
En una entrevista con la cadena radial La W, antes de viajar a Colombia, Obama mantuvo su discurso. “He dicho consistentemente desde que llegué al cargo (en el 2008) que nuestro objetivo con respecto a Latinoamérica… y el Caribe es ser un buen socio, poder trabajar con los países sobre la base del respeto mutuo”.
Para Diálogo Interamericano, un grupo de 100 exdiplomáticos e intelectuales, la mitad de ellos de EE. UU., “la mayoría de los países de la región miran a Estados Unidos como menos y menos relevante para sus necesidades(…)”, y enumeraron tres razones: la inflexibilidad de las políticas migratorias de Estados Unidos, la inhabilidad o falta de voluntad para reconsiderar una política antidrogas, y un consenso en el hemisferio de que la mejor manera de promover la democracia en Cuba es poner fin al embargo, en lugar de reforzarlo.
Asimismo, parece asumir protagonismo el reclamo de Argentina al Reino Unido por las islas Malvinas. Aunque se desconoce oficialmente si ese viejo reclamo de Buenos Aires estará en la agenda, las autoridades argentinas confirmaron que hoy habrá una reunión bilateral entre Obama y la presidente Cristina Fernández.
Debido a que en la cumbre todos los temas deben ser acordados por consenso, un veto de Estados Unidos y Canadá dejaría por fuera el asunto de Cuba y Malvinas en la declaración final de los jefes de Estado, aunque ya funcionarios latinoamericanos han dicho que ambos podrían ser tratados en dos declaraciones breves aparte.
Sobre la ausencia de Cuba, Obama planteó, antes de viajar a Cartagena, que ha realizado “los cambios más significativos en varias décadas” en la política estadounidense hacia Cuba, pero que el gobierno comunista no ha respondido de la misma forma.
Varios países latinoamericanos, liderados por Brasil, Argentina y Venezuela, defienden que la de Cartagena debe ser la última Cumbre de las Américas en la que no participe Cuba. Estados Unidos y Canadá se opusieron a invitar a la isla mientras no se democratice y se integre a la Organización de Estados Americanos. “Ningún régimen autoritario dura para siempre”, advirtió Obama.
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