Rosmalia González
“¡Llevátela Papa Dios, llevátela por favor!” habría gritado con desesperación César Augusto Castillo mientras estrangulaba a su sobrina Jessica Castillo, según detalla uno de los párrafos de la acusación en su contra en la Fiscalía.
La muchacha, de 22 años, vivía con discapacidad mental y auditiva.
El día de los hechos los vecinos solo escuchaban los gemidos, pero no se les hizo tan extraño como para irse a asomar, según detalló la Policía.
Castillo vivió bajo el mismo techo, con su presunto asesino, desde mucho antes que diera sus primeros pasos hasta la madrugada del 12 de abril, cuando fue asesinada.
El crimen ocurrió en el barrio capitalino Nueva Libia.
El tío aprovechó que estaban solos para estrangularla, pero su sobrina Jessica Castillo se defendió con uñas y dientes, porque logró aruñarle la cara en varias ocasiones.
EXAMEN SICOLÓGICO
César Castillo fue presentado ayer ante la juez Noveno Distrito Penal de Audiencia, Indiana Gallardo, quien le dictó prisión preventiva, aunque quedaron algunos “cabos sueltos”, porque según el acusado la muchacha sí podía hablar, además que las fechas del asesinato son incorrectas y poco precisas.
La judicial también ordenó que se le haga un examen psicológico al acusado, debido a que todavía se desconoce si sufre de alguna enfermedad mental que haya propiciado que matara a su sobrina.
La audiencia inicial está programada para el próximo 20 de abril a las 9:00 de la mañana, en que la juez decidirá si lo manda o no a juicio oral y público.
La juez Indiana Gallardo, antes de la audiencia inicial, espera tener en sus manos la valoración siquiátrica que se le va a practicar al acusado César Castillo, para determinar si este padece de algún trastorno mental y de ser así el proceso no podría continuar en contra de César Castillo.
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