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La semana pasada, la Central Obrera Boliviana (COB), protestó contra el gobierno de Evo Morales para exigir aumento salarial. LA PRENSA/AP / Juan Karita

Médicos y maestros aumentan presión sobre gobierno boliviano

Médicos, paramédicos y maestros estatales incrementaron la presión desde hoy sobre el gobierno boliviano, al engrosar una huelga de hambre que comenzó la semana pasada, con demandas sectoriales, mientras el Poder Ejecutivo confía en el diálogo para resolver las protestas.

Por José Arturo Cárdenas

LA PAZ/AFP

Médicos, paramédicos y maestros estatales incrementaron la presión desde hoy  sobre el gobierno boliviano, al engrosar una huelga de hambre que comenzó la semana pasada, con demandas sectoriales, mientras el Poder Ejecutivo confía en el diálogo para resolver las protestas.

Los médicos y paramédicos rechazan un decreto del presidente Evo Morales de aumentar la jornada laboral de 6 a 8 horas, aunque dicen que si ello procede, entonces deben estar regulados bajo la ley laboral que les otorga beneficios económicos de los que ahora no gozan, como pagos extras.

El gobierno ha respondido que carece de recursos económicos para atender el pedido de los médicos, aunque ha dicho que el aumento de la carga horaria corre sí o sí.

Los maestros del sector urbano exigen, por separado, un incremento de sus salarios mensuales, pues arguyen que son hasta 50% inferiores a los rurales, que gozan de más bonos.

“Ahora ya somos nueve médicos en esta huelga de hambre, pero hay otros dos piquetes (grupos) de huelguistas en La Paz y (la vecina) El Alto, deben ser otros 8 o 9 más. En el interior también van a haber más huelguistas”, dijo a la AFP el líder del profesional Colegio Médico de Bolivia, Alfonso Barrios.

Barrios lidera una huelga de 8 médicos y un estudiante en la facultad de Medicina, donde los alumnos han suspendido las clases y han tomado sus instalaciones para evitar -dicen ellos- el ingreso de la policía que se encuentra en las afueras del lugar.

Decenas de uniformados antimotines se encuentran vigilando las protestas, mientras el ministro de Interior, Carlos Romero, dijo que están allá, en un céntrico barrio de La Paz, para evitar el corte de calles y avenidas.

Incluso camiones aguateros antidisturbios policiales están apostados a varios metros de la facultad de Medicina, donde también los universitarios han convertido el lugar en un fortín para impedir el ingreso de extraños. Con sillas, palos y fierros impiden la salida o entrada de personas y el ingreso de periodistas se realiza bajo celosa vigilancia de los estudiantes.

“Sabemos que en el interior van a haber más huelguistas, porque el gobierno no quiere dialogar. Hemos dicho que estamos por el diálogo, pero el gobierno insiste en su decreto” para aumentar la jornada laboral de 6 a 8 horas, aseguró Barrios.

En otras ciudades de Bolivia, como Oruro (oeste de Bolivia), Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este) se registraron más grupos de ayunadores, así como marchas callejeras, aunque pacíficas, reportó la emisora privada Erbol.

Los maestros estatales, también en varias ciudades del país, han decidido engrosar la protesta del “tapiado” que significa taponearse con ladrillos y cemento o yeso en ambientes cerrados y pequeños, para cumplir una huelga de hambre e impedir su salida o entrada.

El jueves comenzó la medida del tapiado con dos maestros urbanos y este lunes comenzaron al menos otros seis más, entre ellos la aguerrida maestra trotskista Wilma Plata.

“Estamos en extrema medida de la huelga de hambre seca de manera tapiada, porque ha llegado la hora de que todos los trabajadores acabemos con el hambre y la miseria”, dijo Plata a periodistas por un pequeño orificio en unos ambientes del sindicato de maestros, en el casco viejo de La Paz.

El gobierno, en cambio, ha bajado dramatismo a las protestas y ha asegurado que quiere dialogar, aunque ha aclarado que las expectativas salariales están por encima de las posibilidades financieras del Tesoro General de la Nación.

“Es una situación manejable, muchos sectores políticos hacen confluir muchas movilizaciones para provocar polarización, pero se lo está llevando adelante, confío en que el diálogo pueda resolver” el conflicto, dijo Romero, ministro de Interior, entrevistado por el canal privado de televisión Unitel.

“Esperamos que el diálogo nos ayude a entendernos”, dijo por separado el ministro de Educación, Roberto Aguilar.

Internacionales Bolivia huelga Maestros médicos archivo

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