PARÍS/AFP
Medio centenar de países y organizaciones, reunidos en París, denunciaron hoy en un comunicado la continuación de la venta de armas a Siria, en alusión a Rusia pese a que este país no es citado explícitamente.
Los países participantes expresaron su “firme desaprobación de todo apoyo financiero o de otro tipo, y en particular la continuación de las ventas de armas al régimen sirio”, indican las conclusiones publicadas al terminar la reunión, realizada a nivel de funcionarios y organizada por el ministerio francés de Relaciones Exteriores.
Llamaron a “todos los Estados del Grupo de Amigos del pueblo sirio y a todos los que hasta ahora no han ejercido presiones a unirse a sus esfuerzos y a aislar aún más al régimen sirio”, precisa el comunicado.
Exhortaron asimismo a “los hombres de negocios que apoyan financieramente la represión sangrienta y a las personas que contribuyen a la misma de una u otra manera a romper todos sus vínculos con el régimen de Bashar al Asad”.
Pidieron a “todos los sirios y a las organizaciones de la sociedad civil a disociarse públicamente de las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen sirio, que pueden ser consideradas crímenes contra la humanidad”, prosigue el texto.
Participaron en la reunión la Unión Europea, Estados Unidos, Suiza, Mónaco, Australia, Canadá, la Liga Árabe y Turquía, entre otros países. Estaban ausentes Rusia, Irán, Líbano e Irak.
El comunicado recalca la necesidad de “una presión eficaz” sobre Siria, a fin de obtener el “respeto total por parte de las autoridades sirias de sus obligaciones en el marco del plan del enviado de las Naciones Unidas y de la Liga Árabe, Kofi Annan, y la aplicación de una transición política que responda a las aspiraciones democráticas del pueblo sirio”.
La próxima reunión del grupo de trabajo internacional sobre las sanciones está prevista el mes próximo en Washington.
