Don Vito
Moisés Martínez
Cuando se estrenó Titanic en 1997, finalizaba mis estudios de secundaria.
Hoy con el reestreno de la película, teniendo como telón los 100 años de la tragedia, escribo sobre cine, y lo único que puedo decir sobre esta es que definitivamente hay que agradecerle haber puesto en el panorama mundial a sus actores Leonardo Di Caprio y Kate Winslet, y una bella música de fondo, gracias a la partitura de James Horner.
Ahhh… se puede alegar que ahora es una versión remasterizada, retocada digitalmente y claro está, en 3D. Todavía me parece increíble que un grueso del público vea a esta tecnología como la herramienta perfecta para hacer explotar sus sentidos.
La tecnología 3D puede darnos mucho más que estas experiencias superfluas. Y lo digo con toda propiedad luego de ver la magia que creó Martin Scorsese con Hugo. Ahí sí vimos al 3D alcanzar niveles de arte. Igual, si quiere ver a Di Caprio y Winslet brindar actuaciones serias y de carácter, alquile o pida a su proveedor el filme Revolutionary Road (2008).
Por lo demás, Titanic fue un fenómeno en su tiempo que ahora no vale la pena ver en el cine. Si usted fue parte de ese fenómeno y quiere revivirlo por su alma y corazón, busque una buena edición de la cinta y véala en la soledad y comodidad que solo le puede brindar su hogar. La disfrutará más y me agradecerá el consejo.
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