BOGOTÁ/AFP
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) manifestó ayer que “por nuestra parte, sentarse a conversar no apunta a ningún tipo de rendición y entrega”, a través de una declaración de su máximo jefe, Timoleón Jiménez, divulgada ayer en el sitio web de la agencia informativa Anncol (www.anncol.info).
El comunicado de la principal guerrilla colombiana, fechada el 14 de abril, alude a las declaraciones del presidente Juan Manuel Santos, de que está aguardando que las FARC muestren una sincera voluntad de paz para abrir el diálogo.
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Jiménez, cuyo verdadero nombre es Rodrigo Londoño Echeverry y lidera las FARC desde noviembre de 2011, criticó en el comunicado titulado, Sin más ases bajo la manga, Santos, la “doble moral” de Santos al recordar que cuando asumió el Gobierno en agosto del 2010, dijo estar dispuesto a ese diálogo.
“Santos farfulló acerca de su intención de diálogo con las FARC. Unos días después molía a bombas el campamento del comandante (militar de las FARC) Jorge Briceño”, dijo Jiménez, también conocido por el alias de “Timochenko”.
“Timochenko” además criticó el modelo económico y atribuyó al “enriquecimiento desaforado y salvaje de unos cuantos (…) el envilecimiento de las condiciones de vida de la mayoría”.
“Son esas las realidades que deben abordarse y situarse en vías de soluciones en una mesa de diálogo”, agregó, y advirtió que “con esa convicción estamos dispuestos a conversar de paz con el actual Gobierno”.
Santos condiciona un diálogo a que cesen los actos “terroristas”, el secuestro y excluyan de sus filas a los menores de edad. El 26 de febrero las FARC anunciaron su decisión de proscribir el secuestro extorsivo como forma de su lucha, lo que Santos recibió como un gesto positivo pero insuficiente para emprender el diálogo.
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