Mabel Calero
A las tres de la madrugada de ayer, don Guillermo Salinas llegó a hacer fila a la central de pago del INSS, de Jinotepe y aunque a esa hora la sede estaba cerrada, 11 personas ya estaban antes que él. Después de dos horas en el lugar ya había más de cien ciudadanos a la espera de números para poder retirar su pensión.
“Nosotros abrimos a las seis de la mañana, pero hay un grupo de ancianitos que está aquí desde las dos de la madrugada, hoy (ayer) es el primer día de entrega, esto pasa todo el mes, el resto de los días aquí está vacío”, afirmó Sergio Chávez, administrativo financiero.
“Yo estoy desde la seis de la mañana, soy el número 202, estoy saliendo como a la una o dos de la tarde, aquí aguantamos hambre y sol, todo por la misma necesidad”, comentó Juan Francisco López, jubilado desde hace tres años.
Salinas refirió: “Yo soy de la comunidad de Los Ángeles, me vengo un día antes para poder retirar los centavitos, porque en la mañana esto está lleno y se dilatan mucho en atender, y hay gente que viene tarde y pasa antes porque pagan 50 pesos”.
Los administrativos sostienen que se ha controlado esa situación, puesto que es injusto que personas que lleguen temprano o que madrugan salgan tarde, mientras otras se meten en la fila.
“Nosotros hemos estado luchando contra eso, porque aquí nadie tiene que pagar nada, se han tomado algunas medidas para contrarrestar esta situación. Por ejemplo hay pensionados que mandan a su nieto a retirar número y eso ya no se está dando, porque se prestaba a la venta de números”, dijo Chávez.
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