Tegucigalpa/ACAN-EFE
Una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó hoy a Honduras para inspeccionar los 24 centros penitenciarios del país, ante las decenas de muertes registradas en la Granja Penal de Comayagua, en febrero, y en San Pedro Sula, en marzo, informó una fuente oficial.
El director para Asuntos Especiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras, Ramón Valladares, dijo a periodistas que la delegación, integrada por tres expertos, visitarán los centros penales del país para conocer la situación los privados de libertad, que supera las 12.000 personas.
“El objetivo de la misión de la CIDH es conocer cuál es la situación de las cárceles”, acotó Valladares. Indicó que los expertos de la CIDH se entrevistarán con el presidente hondureño, Porfirio Lobo, el canciller Arturo Corrales, diputados del Parlamento, representantes de Derechos Humanos y de la sociedad civil, sin dar más detalles.
El 26 de marzo pasado, representantes del Gobierno de Honduras admitieron ante la CIDH la grave situación de los centros penitenciarios del país, aquejados de problemas de infraestructura, superpoblación y un número de presos en detención preventiva que supera al de los condenados.
Unas 361 personas murieron, incluida una mujer que visita a su marido, el 14 de febrero pasado en un incendio en la Granja Penal de Comayagua, unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, y que según un equipo de expertos de Estados Unidos la causa “fue accidental”.
El 29 de marzo pasado, al menos 13 reos murieron en la cárcel de San Pedro Sula, norte, en un motín que generó un breve incendio y un tiroteo.
El sistema penitenciario de Honduras, según diversos organismos, tiene capacidad para albergar unas 8.000 personas pero la población penal asciende a 12.246.