Por Moisés Martínez
Una inexplicable diferencia de cinco millones de barriles de petróleo y derivados (equivalentes a 508 millones de dólares) se registra entre los datos de importación del Instituto Nicaragüense de Energía (INE) y los informes de envíos a Nicaragua por parte de Petróleos de Venezuela (PDVSA) del 2011.
A lo anterior se suma el aumento de la capacidad de almacenamiento petrolero del país, lo cual aviva la polémica sobre la posibilidad de que Nicaragua sea un exportador de petróleo, algo que las autoridades de gobierno no han desmentido, pero tampoco han reconocido y de lo que hay registro.
Estas operaciones de exportación habrían quedado al descubierto luego del incidente en Playa Azul (Puerto Sandino, León), ocurrido en Semana Santa, en el que 48 barriles de petróleo se derramaron sobre el mar.
El derrame se habría dado en una operación de embarque tierra-agua, es decir, desde un tanque de almacenamiento en el complejo de Puerto Sandino a un barco.
Expertos en temas ambientales señalaron en un reporte especial publicado por LA PRENSA el domingo pasado que este tipo de operaciones cabrían en un esquema de exportaciones de crudo hacia destinos no confirmados oficialmente, pero entre los que podrían estar Honduras y El Salvador.
CIFRAS NO CUADRAN
Las diferencias entre las estadísticas de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y el ente regulador del sector hidrocarburos, el Instituto Nicaragüense de Energía (INE), alimentan esa posibilidad.
Ese año Carlos Alberto García Ruiz, presidente de la Asociación Intermunicipal Energía para El Salvador (Enepasa) y vicepresidente de la empresa mixta Alba Petróleo, de El Salvador, confirmó en un comunicado oficial que Alba Petróleos de Nicaragua (Albanisa) había sido el principal proveedor de combustible de las gasolineras “bandera blanca” en municipios que son controlados por el FMLN, hoy partido gobernante.
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De acuerdo con los datos oficiales de la estatal petrolera venezolana, por medio de Alba de Nicaragua (Albanisa) —vinculada directamente al presidente inconstitucional Daniel Ortega y su familia— suministró a Nicaragua 16.5 millones de barriles de petróleo y productos derivados.
Albanisa es una empresa mixta bajo el marco del acuerdo Petrocaribe, en el cual el 51 por ciento de sus acciones está en poder de PDV Caribe (filial de PDVSA) y el restante 49 por ciento en manos de Petronic.
Las operaciones de Petronic son canalizadas bajo la marca comercial Distribuidora Nicaragüense de Petróleos (DNP), la cual es dirigida por Yadira Leets Marín, esposa de Rafael Ortega Murillo, hijo mayor de la familia presidencial, como confirmaron investigaciones de LA PRENSA.
LAS CUENTAS DEL INE
Pero los reportes del INE establecen que las importaciones de petróleo y derivados hechos por Nicaragua durante el 2011 alcanzaron los 11.6 millones de barriles.
Es decir, entre los envíos de PDVSA a Nicaragua canalizados por Albanisa y los registrados por el ente regulador del sector, ambos en 2011, hay una inexplicable diferencia de 5 millones de barriles.
¿QUÉ SIGNIFICAN 5 MILLONES DE BARRILES?
“Para entender la magnitud de esta diferencia, si asumimos el precio promedio por barril de US$$102.12 que reporta el informe del INE, 11.6 millones de barriles equivalen a 1,186.4 millones de dólares, mientras que 16.6 millones de barriles equivalen a 1,695.2 millones de dólares. Estamos hablando entonces de una diferencia de 508.7 millones de dólares”, informó vía correo electrónico el economista Adolfo Acevedo al ser consultado.
Las cosas se pusieron más curiosas cuando se revisan los reportes oficiales del Centro de Trámites para las Exportaciones (Cetrex) en busca de un indicio de posibles exportaciones de petróleo, principalmente en su forma de crudo.
REGISTRO MÍNIMO EN CETREX
El Cetrex solo refleja exportaciones de productos derivados de petróleo durante el 2011 por 14.2 millones de dólares, cifra ínfima comparada con la diferencia registrada entre el INE y los reportes de PDVSA. El último reporte oficial que se conoce sobre la capacidad de almacenamiento de Nicaragua se obtuvo por medio de los mismos reportes de PDVSA en 2009.
Estos informes establecen en 837 mil barriles la capacidad instalada de almacenamiento de petróleo y derivados en Nicaragua (suficiente para sostener la demanda del país por 44 días). Dicho complejo está asentado en el puerto de Corinto, en el Pacífico nicaragüense. Esto le permite al país la posibilidad de poder desembarcar y embarcar hidrocarburos en barcos con capacidad de trasladar hasta 240 mil barriles.
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