Por Amaya Quincoces
EFE
El uso de las redes sociales con fines personales es una realidad innegable, pero la idoneidad o no de su implantación generalizada en las oficinas sigue despertando opiniones encontradas, entre quienes ven en ellas grandes ventajas y quienes las consideran una amenaza.
Los defensores de estas tecnologías dicen que el uso responsable de las redes sociales fomentan la creatividad y el espíritu de protagonismo del empleado, y al mismo tiempo su participación en la empresa.
Por el contrario, otros opinan que la implantación generalizada de estas tecnologías, tiende a distraer a los trabajadores, dispersarlos en sus tareas e incluso incitarlos a conflictos.
“Cuando los niños y adolescentes se vayan incorporando en unos pocos años al mercado profesional, las empresas no tendrán más opción que asumir los nuevos modelos de comunicación de estas generaciones”. destacó.
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La experta Elena Méndez Díaz Villabella, directora de Evolución, una red de expertos en recursos humanos que promueve la colaboración 2.0 entre sus empleados, explica que es “innegable el potencial de las nuevas tecnologías, pero en general, las empresas no se sienten suficientemente relajadas si sus empleados las usan libremente en la oficina”.
Pero según la experta, todavía no existe una sólida cultura organizativa generalizada en las empresas, que favorezca el uso de las redes sociales.
“Y esa es precisamente la mayor limitación en su implantación, a pesar que el tema económico no es un problema dado que estas herramientas apenas suponen un coste para la empresa”, añade.
OPCIONES
Algunas de estas herramientas, que preocupan a los empleadores, son el uso masivo de blogs y wikis, hasta Twitter y Youtube. Otros pueden ser entornos para compartir documentos (Slideshare), fotos (Flickr), redes sociales abiertas (Facebook, Google+) redes sociales privadas (Yammer) o redes profesionales (LinkedIn).
Además, destaca que las herramientas están ahí disponibles para ser utilizadas por todo el que quiera, pero “¿están listas las empresas para implantarlas? y ¿los profesionales se sienten preparados para mantener un diálogo constructivo con ellas?”, se pregunta la experta.
Pese a que el debate sobre la factible efectividad de estas tecnologías en la oficina, está teñido de luces y sombras, el futuro se vislumbra muy claro, porque las nuevas generaciones de “nativos digitales” impondrán una nueva mentalidad de trabajo más “democrática” en las relaciones de comunicación en las empresas, que implicará un uso generalizado y habitual de las redes sociales en las mismas.
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