Por: Nectalí Mora Zeledón
El Managua-FC se acercó a la final y alejó al Ferreti de esta al sumar seis puntos, mismos que el Diriangén. El Ferreti (1) eliminado.
Marcos Méndez tuvo clarividencia y asistió a Remy en los dos tantos. Milton Bustos (90+2) descontó por el Ferreti.
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El miedo a perder congela. Resta facultades. Ayer se vio en el clásico nacional de Futbol de Primera División que se manchó de violencia. El Real Estelí y el Diriangén jugaron muy cautelosos, casi con temor, pero los norteños se impusieron 1-0 por dos errores en la defensa, en la cuarta jornada de la Cuadrangular.
El desafío trascendió lo deportivo. Cuando salió el Estelí, los aficionados locales agarraron el bus de los jugadores y aficionados a pedradas y agredieron a algunos de los casi 15 antimotines que había, muy poco por los antecedentes. Al final fueron replegados con balas de goma y gases lacrimógenos, que afectaron a periodistas, aficionados y oficiales.
Hasta el cierre de esta edición no se reportaron heridos de ningún bando. Pero la violencia no debe regresar al clásico y se debe erradicar del futbol nacional.
Fernando Alves, volante uruguayo del Estelí, cobró al área pequeña un tiro libre de larga distancia. Elmer Mejía (79), quien llegó a 100 goles en torneos cortos de Primera División, le ganó el saltó a Róger Mejía.
El hondureño cabeceó abajo y el portero Diedrich Téllez atajó el disparo, pero le rebotó de frente. Elmer estuvo más atento al rechace, Róger no, y decidió el Clásico. Hasta ese momento ninguno de los dos equipos había cedido nada. Por eso el partido lo decidió ese detalle.
Los estelianos robaron la media cancha, tuvieron amplitud en el juego, pero les faltó profundidad. El Diriangén estuvo anulado al llegar al área.
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