Por Lucydalia Baca Castellón
Luis Barbosa, Confederación Sindical de Trabajadores José Benito Escobar
¿Cuál es la situación de los trabajadores en cuanto a salario y respeto de sus derechos?
A partir de 1990 por parte de los gobiernos no había voluntad política para resolver los problemas de los trabajadores y se había magnificado la persecución a los sindicatos que somos de izquierda. A partir del 2007 nos encontramos con un gobierno que realmente muestra esa voluntad política y la primera prueba fue la aplicación de la Ley del Salario mínimo. Podemos decir que en los últimos seis años ha habido consenso tripartito entre trabajadores, empresarios y Gobierno en cuanto a salario mínimo. También podemos decir que del 2007 a esta fecha ha habido crecimiento del empleo formal. Si revisamos las cifras oficiales vemos que el Seguro Social andaba por 350,000 afiliados y ahora anda arriba de los 600,000 afiliados. Quiere decir que hay una constante de seguir promoviendo el empleo decente.
¿De qué sirve el incremento en el salario mínimo, si el salario real o capacidad de compra ha disminuido desde 2006?
Tiene que ver que una de nuestras luchas que mantuvimos desde 1990 hasta el 2007 fue cambiar la canasta básica, porque la establecida y aplicada a los trabajadores por esos tres gobiernos era una canasta básica para tiempos de guerra y subsistencia, que contenía 18 libras de arroz y 18 de frijol, para una familia de seis personas. Si comparas los salarios de los gobiernos desde el noventa hasta el 2007 la cobertura de la canasta era del cincuenta por ciento siendo bastante onerosos. A partir del 2007 se hizo un acuerdo entre los trabajadores y el Gobierno donde estuvieron instituciones importantes como las Naciones Unidas. Se duplicó el contenido y se incluyó otras necesidades, para garantizar que las kilocalorías que necesita el cuerpo humano fueran incluidas. Es por eso que el valor de la canasta básica se duplica, pasa de tres mil a seis y mil y pico de córdobas.
¿Qué opina de que la brecha entre el salario y la canasta básica continúa acentuándose?
Sí, correcto, pero vamos a ver. Primero se da el salto de tener una canasta real que no se aplicó en 16 años, esa es una gran verdad. Se conocía la canasta de tiempos de guerra y subsistencia y el Cosep (Consejo Superior de la Empresa Privada) nunca dijo nada, la abrazaba, la adoraba y no cumplieron nunca con el 50 por ciento del salario.
Al duplicarse, en promedio quedamos cubriendo a nivel general el 18 por ciento de esa canasta básica. Pero vos ves que en los cinco años anteriores se incrementó el salario en un 124 por ciento, mientras que en los 16 años anteriores solo se había incrementado el seis por ciento.
Entonces el nivel de compra no se desmejoró, se mantuvo, eso a pesar que aquí siempre han existido personas que les gusta vender las cosas más caras y el Gobierno tiene que hacer esfuerzos como importar frijol, huevo o pollo para mantener el costo de la canasta básica, porque hay una constante de los empresarios para subir los precios. (…) Creemos y seguimos soñando que el salario mínimo debe cubrir el costo total de la canasta básica y debe ser un salario mínimo único, porque todos necesitamos comer igual.
¿Por qué no protestan como lo hicieron durante esos 16 años, cuando incluso paralizaban el país?
Porque ahora hay diálogo social, estamos en la mesa, estamos dialogando y si vos hacés la comparación del seis por ciento en 16 años que te da como a 0.3 por ciento por año, a 124 en cinco años, ahí tenés la respuesta.
Ha habido una mejor respuesta ante las inquietudes y las demandas de los trabajadores, que las que hubo anteriormente. 124 por ciento contra seis por ciento, ahí tenés la respuesta, hay un diálogo constante, hay acuerdo tripartito.
A nosotros nos han dicho que siempre vivimos soñando y nos han dicho los sindicatos del otro lado que siempre andamos pidiendo lo que no debemos. Pero bueno, allá ellos, a las pruebas me remito, hemos seguido y seguiremos luchando por los derechos de los trabajadores.
Ahí tenés sectores importantes de la economía, como la maquila y la construcción, donde están nuestros sindicatos y están en mejores condiciones.
Porque ahora podés formar sindicatos, antes no podías, te perseguían, había persecución a los sindicatos de izquierda, en los 16 años nos desbarataron más de 60 sindicatos en las maquilas.
¿Se mantiene la persecución a los sindicatos?
Hasta este momento solo he escuchado a los amigos de algunas organizaciones que los andan siguiendo y que no sé cuántos miles son, dicen ellos. Pero bueno, eso lo tendrán que demostrar. La verdad es que aquí hay libertad sindical y no lo dice Luis Barbosa, lo dice la Organización Internacional del Trabajo, la OIT que en su página web tiene colgado que Nicaragua es uno de los países donde más se respetan los derechos laborales.
Los organismos internacionales están diciendo que este país está adelante de muchos países incluso europeos que se llaman los paladines de la democracia…
¿Qué pueden esperar los trabajadores en los próximos cinco?
Un panorama de futuro, de estabilidad, porque se ven gestiones importantes, por ejemplo en el sector construcción donde hay megaproyectos que antes no se miraban como Guacalito, Tumarín, proyectos energéticos donde tenés entre dos mil y cuatro mil trabajadores. Está el hospital Militar que va a generar 1,500 empleos y no hemos metido las viviendas, las calles para el pueblo, los centros de estudio.
Todo eso está reteniendo la mano de obra que sale del país a padecer como emigrante. Además, está la refinería, ya están concluyendo los movimientos de tierra y eso va a generar mucho empleo, vos ves señales de que va a haber mucho empleo. Recordá que siempre se ha dicho que cuando la construcción está caminando el país se está en rumbando por buenos caminos. Definitivamente sentimos que estamos mejor, mucho mejor.
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