Lucydalia Baca Castellón
¿Por qué poco se afilian los trabajadores a los sindicatos? “Son extensiones de los partidos políticos para mantener bajo control a los trabajadores. Solo sirven para sacar dinero. Únicamente defienden los intereses de sus dirigentes. Son un negocio para unos pocos”. Estos son algunos de los argumentos que expresan ciertos trabajadores, consultados por este Diario, sobre su rechazo a la afiliación sindical.
Los dirigentes sindicales tienen otras explicaciones. La Central Sandinista de Trabajadores (CST), la Confederación Sindical de Trabajadores José Benito Escobar (CST-JBE), la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de Unificación Sindical (CUS), atribuyen su carencia de afiliados a la subcontratación y a las represalias que promueven los empresarios privados contra los integrantes de los sindicatos.
También mencionan la “persecución y el chantaje” que enfrentan en las instituciones estatales y municipales las organizaciones no afines al partido de Gobierno que esté de turno.
Prueba de esa “persecución”, según Álvaro Leiva Sánchez, secretario general de la Federación Democrática de Trabajadores del Servicio Público (Fedetrasep), es que desde 2007 a la fecha sus afiliados han pasado de más de diez mil a menos de tres mil. Esto como consecuencia de las críticas que hacen a las políticas gubernamentales, en detrimento de los derechos laborales, humanos y políticos de los trabajadores.
SIN BENEFICIOS ADICIONALES
“Existen amenazas constantes a los servidores públicos a cambio de su contratación, promoción y estabilidad laboral, para evitar que se afilien a las organizaciones independientes”, asegura Leiva.
“Cuando el sindicato trabaja bien logra mayores adeptos, logra mayor cantidad… Hay sindicatos que llegan a tener 500, 600 afiliados en una fábrica, hay sindicatos que tienen 15, hay sindicatos que tienen 100, mucho depende de cómo actúe el sindicato”, afirma.
En el caso de zona franca, destacó, en los últimos años ha aumentado la sindicalización. “Cuando el sindicato realmente logra hacer sentir al trabajador que está representando sus intereses… más afiliados hay”, añadió.
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- Pese a que los dirigentes de las diversas organizaciones sindicales coinciden en que muy pocos trabajadores están interesados en sindicalizarse, el último informe presidencial Nicaragua Triunfa detalla que entre 2007 y 2011 se inscribieron 826 nuevos sindicatos, 92 federaciones, 18 confederaciones y 4 centrales, para un total de 940 nuevas organizaciones. Agrega que en el mismo período se firmaron 281 convenios colectivos para beneficio de 418,404 trabajadores.
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Los trabajadores sienten que no reciben ningún provecho el estar afiliados. De hecho, según los sindicalistas, los obreros saben que los beneficios que se obtienen a través de los convenios colectivos llegan a todos los trabajadores por igual. El único beneficio de un trabajador al estar afiliado a un sindicato es que recibe asesoría legal al momento de ser despedido.
No hay cifras actualizadas sobre qué porcentaje de los trabajadores en Nicaragua está sindicalizada. El único dato que maneja la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es de 2001, que estima que cerca del 13 por ciento de los trabajadores formales está afiliado. Sin embargo, la tendencia podría mantenerse entre los más de 600 mil trabajadores formales que existen en el país a esta fecha, según los sindicalistas.
EN LA EMPRESA PRIVADA CASI NO HAY SINDICATOS
La menor participación está en la empresa privada. Al menos son los datos que maneja la Confederación Sindical de Trabajadores José Benito Escobar (CST-JBE). Este gremio estima que solo el tres por ciento de los trabajadores formales de la empresa privada está afiliado.
En las instituciones públicas la militancia se eleva hasta el 90 por ciento, según cifras de la CST-JBE. Hay una mayor participación especialmente en educación y salud, donde la Asociación de Educadores de Nicaragua (Anden) y la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetsalud) mantienen la hegemonía desde hace varias décadas.
Ambas organizaciones son parte del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) que lidera el diputado sandinista Gustavo Porras, con quien fue imposible conversar. Dirigentes de Anden y Fetsalud, ambos afines al partido de Gobierno, tampoco accedieron a brindar información.
POCA AFILIACIÓN EN ZONA FRANCA
La Zona Franca es de los sectores con mayor número de trabajadores en Nicaragua. Pese a ello, el nivel de afiliación también es bajo. En septiembre de 2010 la Universidad Paulo Freire realizó un estudio sobre este tema y reveló que el 71 por ciento de los trabajadores de las empresas que funcionan bajo el régimen de Zona Franca no estaban afiliados a ningún sindicato. El 76 por ciento dijo, además, que no le interesaba pertenecer a ninguno.
Pedro Ortega, secretario de asuntos laborales de la Central Sandinista de Trabajadores (CST) y secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos Textil, Vestuario, Piel y Calzado (Fesitex), confirma que dicha tendencia se mantiene. Aunque el sector brinda empleo a más de cien mil personas, Fesitex, que es la organización con mayor presencia en este segmento laboral, solo tiene 25 sindicatos en 18 empresas, de las 140 que operan bajo este régimen.
En cifras reales Fesitex tiene unos 12,500 afiliados. El resto de centrales y confederaciones registran cifras menores en el sector.
En cuanto a los señalamientos de algunos trabajadores de que los sindicatos son extensiones de los partidos políticos, Roberto Moreno, secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT), reconoce que “estar en el poder provoca algunas variaciones, ya que se debe estar a favor de la línea gubernamental”.
José Espinosa Navas, secretario general de la CUS, añade que eso obliga a “bajar el diapasón” (tono) en materia de demandas laborales, pese a que las organizaciones intentan mantener su autonomía.
LOS SINDICATOS SE JUSTIFICAN
Pese a la poca acogida con que cuentan los sindicatos en el país, los dirigentes aseguran que la poca afiliación sindical no es un problema exclusivo de Nicaragua, sino de toda la región. De hecho, destacan que el país cuenta con los porcentajes más altos de afiliados, ya que en otros países del área centroamericana como Guatemala, los afiliados no llegan ni al dos por ciento.
Los dirigentes también coinciden en que a través del diálogo social, que impulsa la OIT para resolver las demandas laborales, se está gestando un resurgimiento del movimiento sindical que en los próximos años podría cambiar esta tendencia y que permitirá el resurgimiento del movimiento sindical, que promoverá una sociedad más justa.
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