Por: Nectalí Mora Zeledón
La directiva del Real Estelí está preocupada. Fuera de casa los jugadores y el cuerpo técnico están en peligro. Los equipos anfitriones no les garantizan seguridad.
Hace dos meses, aproximadamente, en Managua la barra del Walter Ferreti apedreó y le disparó al bus del Estelí. El pasado domingo, los fanáticos del Diriangén, en el Clásico, hicieron lo mismo. Pero esta vez no hubo disparos.
Róger Huete, representante del Estelí ante la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut), aseguró que reportaron todos los incidentes del Clásico a la federación y que le solicitaron que castiguen la cancha del Diriangén de acuerdo con las bases de competencia.
“La Fenifut tiene que hacer algo. Todos los de la federación son de Diriamba y no creo que sigan dándose color. En ese estadio son frecuentes los pleitos”, señaló Huete.
El estadio del Diriangén es inseguro. En el 2010, hubo un gran escándalo en la final ante el Walter Ferreti, y el pasado domingo la situación fue similar. “La Policía local no tiene la capacidad para cerrar una calle. No hay condiciones para un equipo visitante”, apuntó el directivo esteliano.
Huete insistió en que deben ponerle un castigo ejemplar al cancha del Diriangén para que se calme la afición o se mejore la seguridad del estadio. “Hace siete años, en Jalapa nos agarraron a pedradas en cada pueblo. Pero la Fenifut castigó el estadio por ocho fechas y no volvió a pasar nada”, recordó.
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