Por: Eduardo Cruz
Tomás, vuestro querido padre, esposo, será recordado como un destacado, inclaudicable luchador antisomocista, al igual que el pueblo de Nicaragua también recuerda a los miles y miles que en esa justa causa entregaron su vida y sufrieron cárcel, tortura y exilio. Será recordado por su tenacidad y coraje, por su vida entregada al sacrificio junto con otros y nosotros los guerrilleros de entonces que nos acuerpábamos humanamente para subsistir, avanzar y vencer a la sangrienta dictadura militar de la dinastía de los Somoza. En esa lucha extremadamente desigual, compleja y muy difícil resalta Tomás Borge Martínez alrededor de los dos grandes símbolos de la epopeya antidictatorial, por la libertad y la democracia, el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y el dirigente revolucionario Carlos Fonseca Amador.
Estimados familiares, Tomás también es reconocido hoy por los militantes de su partido el FSLN y en particular por su secretario general, el presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra, a través de quien el día de ayer por la noche hice llegar a su militancia mis muestras de solidaridad ante la pérdida de su vicesecretario general y presidente honorario del partido Frente Sandinista.
Fraternalmente, general Humberto Ortega Saavedra.
1 de mayo, Día de losTrabajadores, año 2012. Managua, Nicaragua.
[/doap_box][doap_box title=”Comentan sobre Borge” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
Canciller Samuel Santos: “Cómo me duele su viaje, no tenía permiso de irse”.
Procurador Hernán Estrada: “El FSLN pierde a su fundador, pero gana una inmortal figura”.
Alberto Guevara, presidente del BCN: “Es un forjador de revolucionarios”.
Magistrada Juana Méndez: “El sandinismo nunca podría estar preparado para perder al comandante Borge”.
Paul Oquist, secretario de la presidencia: “Construyó las bases sobre la cual se está construyendo la nueva Nicaragua”.
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Miles fueron las personas que ayer desfilaron frente al féretro del comandante sandinista Tomás Borge Martínez, algunas de ellas llorando, otras haciendo la reverencia militar, muchas otras tocando y besando el ataúd.
En el segundo piso del Palacio Nacional, frente a la entrada principal, se encontraban los restos mortales del expoderoso ministro del Interior de los años ochenta, rodeado de decenas de ofrendas florales y de banderas de Nicaragua y del Frente Sandinista, que brillaban junto con la ausencia de los demás comandantes sandinistas.
El principal ausente fue el presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra. Por la mañana las hijas de su primer matrimonio estuvieron con él, por la tarde Borge contó con la compañía de su esposa, la peruana Marcela Pérez Silva, y sus dos hijos adolescentes, quienes tenían el dolor dibujado en sus rostros.
Poco antes de las 10:00 a.m. las puertas del Palacio Nacional fueron abiertas de par en par para recibir a una interminable fila de, en su mayoría, simpatizantes sandinistas, para que contemplaran por última vez al fundador del FSLN. La juventud sandinista fue la primera en desfilar, seguida de los CPC de los barrios de Managua y luego por trabajadores del Estado. Entre estas personas también se apreció a combatientes históricos, madres de caídos y personas sandinistas de convicción.
Michelle Borge, una de las hijas del comandante, comentó que su padre pasó sus últimos días acompañado de su familia y de los cuidados de la pareja presidencial. “El presidente Ortega habló con nosotros, siempre estuvieron pendientes (Daniel y Rosario Murillo), lo cuidaron a mi padre, no nos podemos quejar de eso, de una forma increíble, como se cuida a un hermano, a un padre”.
Al ser consultada sobre cómo quería que la gente recordara a su padre, Michelle dijo: “Como un ser humano, que siempre luchó y vivió por los demás, pensando en los demás, esa fue la vida de mi papá. Como un ser humano que tuvo cualidades y tuvo errores como cualquier ser humano, pero tuvo un corazón muy grande, siempre pensó en los demás”.
Borge, de 81 años, estará expuesto aún hoy en el Palacio Nacional por la mañana y luego será llevado a la Asamblea Nacional donde se le realizará un homenaje para luego retornar al Palacio. Según Michelle, su padre será enterrado mañana jueves a las 2:00 p.m., junto al mausoleo de Carlos Fonseca, una voluntad que siempre expresó en vida. Los trabajos sobre la tumba de Borge iban a empezar hasta ayer por la noche.
Carlos Fonseca Terán, hijo del héroe sandinista, señaló que Borge tendrá mucho que contarle a su padre cuando los dos se reúnan nuevamente. “(Borge) fue un segundo padre para mí”, dijo Fonseca Terán.
La esposa de Borge y sus hijos estuvieron de pie frente al féretro, viendo cómo un río de gente le daba el último adiós al líder sandinista. De vez en cuando Pérez Silva abrazaba a las viejitas que lloraban a Tomás Borge.
Una de las personas que resultó más emocionada después de ver el cadáver de Borge fue Virginia Gómez Guillén, directora del colegio La Verde Sonrisa, propiedad del ahora fallecido. “Era mi jefe”, dijo entre lágrimas. Gómez explicó que el colegio actualmente cuenta con 450 alumnos, pero que el comandante siempre quiso que existan mil alumnos. “Lo tenemos que llevar a cabo”, dijo.
Entre las personalidades que desfilaron junto al féretro de Borge también se contó al secretario de Ortega, Paul Oquist; a la embajadora de Venezuela, María Alejandra Ávila; los magistrados judiciales Rafael Solís y Juana Méndez; la alcaldesa Daysi Torres, el procurador de Derechos Humanos, Omar Cabezas; la ministra de Gobernación, Ana Isabel Morales; el canciller Samuel Santos; la primera comisionada Aminta Granera…, entre muchos otros, pero no llegaron ni el presidente ni su esposa Rosario Murillo.
“Una de las virtudes más lindas de Tomás es que frente a los humildes, Tomás era sencillo, bien lindo, y frente a los poderosos era soberbio, orgulloso, es decir, frente a los enemigos con poder Tomás era soberbio, hidalgo, y frente al pueblo era bien tierno, bien dulcito”, dijo Cabezas.
El sacerdote Neguib Eslaquit dijo estar pidiendo que “con este paso a la inmortalidad del comandante Tomás Borge, que el Señor Jesucristo en su infinita bondad, en su infinita misericordia sabrá tomar solamente los actos de bondad y de misericordia que él (Borge) tuvo y el legado que nos está dejando, de amor, de convicciones”.
La primera comisionada Aminta Granera aseguró que la figura de Tomás Borge ha marcado su vida. Según ella, era un visionario y siempre quiso que la Policía Nacional fuera una de las mejores de América Latina y el mundo, no solo por su técnica sino por su calidad humana. “Comandante su sueño se está haciendo realidad, tenemos una de las mejores policías de América Latina y el mundo”, dijo Granera.
La seguridad del velatorio estuvo a cargo de miembros de la Policía, pero la logística fue coordinada por Fidel Moreno, Pedro Orozco (del comité de las Vacas Culonas), Amarú Ramírez (mano derecha de Daysi Torres) y Carlos Mejicano.
(Colaboró Ramón Potosme).
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