San Juan/EFE
La injerencia política y la falta de seguridad son los dos principales problemas que sufren los jueces en América Latina, coincidieron ayer los participantes en la 61 asamblea de la Federación Latinoamericana de Magistrados, que concluyó en San Juan, Puerto Rico.
La juez puertorriqueña Mirinda Vicenty Nazario, elegida durante esta asamblea como nueva presidente del organismo, señaló que junto a la injerencia política y la falta seguridad, la escasez de presupuesto es el otro gran obstáculo al que hace frente el poder judicial en el continente.
“El problema de la remuneración afecta a todos los países, sin excepción”, dijo.
Uno de los casos tratados durante la reunión fue el de Colombia y varios jueces de ese país expusieron sus reservas ante la intención del ejecutivo de llevar a cabo un proceso de cambios que puede originar la “práctica privatización” de la Justicia.
Además, y según destacó Vicenty Nazario, diversos jueces mexicanos denunciaron la violencia creciente que sufre ese país norteamericano y cómo esta afecta al trabajo diario de los magistrados.
“El problema de la seguridad es tan grave que se decidió estudiar un código de seguridad durante la próxima reunión de la Federación Latinoamericana de Magistrados que tendrá lugar en el 2013, en Chile”, subrayó la juez.
La nueva primera vicepresidente es Cristina Crespo, de Uruguay, mientras que como segundo vicepresidente fue elegido Wilfredo Sagastume, de El Salvador.
Los vocales elegidos son Gustavo Santander (Paraguay), Teodoro Bonilla (Honduras) y Leopoldo Llanos (Chile).
El encuentro reunió en San Juan a jueces de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
El presidente de la Unión Internacional de Magistrados, Fatoumata Dikite, también estuvo presente en la reunión, a la que se sumaron jueces de países como España, Portugal e Italia.
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