WASHINGTON / AFP
La tasa de desempleo en Estados Unidos bajó a 8.1 por ciento en abril, a 12.5 millones de desocupados, su menor nivel desde 2009, pese a que las nuevas contrataciones disminuyeron por tercer mes consecutivo, datos que dispararon los cruces entre demócratas y republicanos.
La economía estadounidense creó 115,000 empleos más de los que destruyó en abril, según el Departamento de Trabajo. La cifra de nuevas contrataciones, sin embargo, bajó 25.4 por ciento con respecto a marzo, y es inferior a la estimación de los analistas (162,000), que además estimaron que la tasa de desempleo permanecería estable a 8.2 por ciento.
Los datos decepcionaron a los mercados. Chris Williamson, economista jefe de Markit, describió el reporte como otra “gran decepción”. Además, este experto indicó que hay algunas señales que hacen pensar que “la tasa de desempleo podría perfectamente comenzar a subir de nuevo en los meses que vienen”.
La caída del desempleo se debe en buena medida a trabajadores que abandonan el mercado de trabajo. La participación en el mercado del empleo cayó a 63.6 por ciento de la fuerza de trabajo, la tasa más baja en 30 años.
El economista de UniCredit, Harm Bandholz, destaca que “la caída de la tasa de desempleo es bastante, menos esperanzadora de lo que uno pudiera creer”. Según sus cálculos, la mitad de la disminución del total de la población activa está relacionada con jubilaciones y la otra se debe a un fenómeno “cíclico” y refleja un creciente número de “activos pero frustrados” que abandonan la búsqueda de empleo.
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