Es muy común escuchar a la gente decir en sus casas : “Hoy te sabe muy bien esta receta, la vez pasada no quedó igual”. A veces vamos a restaurantes y nos pasa lo mismo, varía la calidad aunque sea el mismo platillo. Esto se debe a la falta de medidas y exactitud en el uso de los ingredientes. Por eso es de suma importancia tener en una cocina utensilios prácticos que ayuden a obtener siempre los mismos resultados.
Entre esos utensilios que se necesitan se encuentran:
Las cucharas de medir, estas nos sirven para medir ingredientes líquidos y secos. Ambos se deben medir a ras. Cuando se midan los ingredientes secos es importante introducir la cuchara en el ingrediente y luego pasar una espátula o cuchillo para que la medida quede a ras. Las tazas de medir se usan para los ingredientes líquidos, secos y grasas sólidas. Siempre se debe pasar una espátula para que la medida quede a ras de la taza.
La harina siempre se debe de pasar con una cuchara a la taza (no introducir la taza dentro del contenedor) y luego pasarle la espátula quitando el excedente.
Para medir semillas, coco, queso rallado, frutas secas, etc., se ponen en la taza de medir y se emparejan con la mano presionando levemente hacia abajo. Cuando mida grasas sólidas (mantequilla, margarina, manteca, etc.) presione firmemente hacia adentro de la taza con la mano o espátula y rellene hasta que esté la taza completa, a ras.
Es bueno tener una pesa pequeña que tenga libras, gramos y onzas, existen de todo precio y las ofrecen hasta en los supermercados. Lo último que recomendaría es tener tablas de equivalencias pegadas a la refrigeradora o en un lugar visible.
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