José Adán Silva
El negocio de la distribución de energía del país quedó en dos únicos socios: el Estado de Nicaragua con el 16 por ciento de las acciones y la transnacional Gas Natural Fenosa con el restante 84 por ciento.
Esto ocurre luego que los socios locales vendieran sus acciones (20 por ciento del total) a la multinacional compañía eléctrica.
Fuentes del sector energético informaron extraoficialmente que la transacción multimillonaria ocurrió bajo la mirada atenta del Gobierno, que supuestamente mostró interés en ampliar sus acciones en el negocio de la distribución energética.
El grupo Gas Natural Fenosa hizo efectiva la entrega física del 16 por ciento de acciones de las empresas distribuidoras de electricidad Disnorte-Dissur al Estado de Nicaragua el pasado 23 de febrero. Según comunicado formal, la entrega fue posible tras cumplirse una serie de procesos legales que duraron tres años, desde la entrada en vigencia del Protocolo de Entendimiento entre la empresa y el Estado nicaragüense, el 28 de febrero de 2009. Las acciones fueron entregadas por Ricardo Barranco, regional mánager de Gas Natural Fenosa, al viceministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, en presencia de Emilio Rappaccioli, ministro de Energía y Minas, y Francisco López, representante del Estado en la junta directiva y vicepresidente de Albanisa.
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La operación de compra-venta de acciones, según la información, ocurrió a finales del año pasado, por razón de una cláusula firmada en 2001 entre los socios de la anterior dueña del negocio, Unión Fenosa, y los socios locales que adquirieron en aquella época el 20 por ciento de las acciones en aproximadamente 21.8 millones de dólares.
Dicha cláusula, con vigencia hasta diciembre del 2011, establecía que los socios locales, después de diez años, tenían derecho de vender a la compañía sus acciones y la empresa energética de comprarlas.
LA PRESENCIA DE ALBANISA
En ese marco, en diciembre del año pasado se habría transado la operación que deja ahora como único socio local del negocio energético al Estado de Nicaragua, el cual está representado en la junta directiva por medio del tesorero del Frente Sandinista, Francisco López, quien igual funge como vicepresidente de Albanisa, empresa de capital venezolano-nicaragüense bajo cuya matriz se realizan negocios al arbitrio y control del partido Frente Sandinista y la familia Ortega-Murillo.
LA PRENSA consultó a Jorge Katín, gerente de comunicaciones de las empresas Disnorte y Dissur, pero el funcionario respondió que no tenía información al respecto.
De igual modo se buscó alguna versión de uno de los socios locales ligados al grupo empresarial Pellas, pero al cierre de la edición no fue posible obtener una respuesta a la petición de información.
El ministro de Energías y Minas, Emilio Rappaccioli, confirmó brevemente la negociación entre los socios locales y la multinacional Gas Natural Fenosa, pero no dio mayores detalles.
“Esa decisión empresarial se tomó a nivel de socios, en el marco de acuerdos que tenían los empresarios nacionales que participaron con capital propio en la compra que hizo Unión Fenosa de las empresas Disnorte-Dissur”, dijo el funcionario.
“Tengo entendido que eso lo hicieron tomando como referencias fundamentalmente una serie de cláusulas y acuerdos entre ellos, cuando estos grupos nacionales invirtieron capital en la compra de acciones de Unión Fenosa, en ese contexto se dio esa transacción y no tengo más que agregar”, dijo el ministro.
El Estado de Nicaragua, a través de Francisco López, ha tenido presencia en la junta directiva de la compañía transnacional de energía en los últimos tres años.
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