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Arquímedes González

El rey y el elefante

“Este era un rey que tenía un palacio de diamantes, una tienda hecha del día y un rebaño de elefantes…”, decía nuestro poeta nicaragüense Rubén Darío, sin saber que podría referirse hoy al rey español Juan Carlos I de Borbón, criticado estas semanas por viajar a Botswana, en el continente africano, para cazar elefantes mientras su país se debate en una crisis económica que tiene a más de cinco millones de españoles en el desempleo.

La historia solo trascendió debido a que el rey Juan Carlos se fracturó la cadera y tuvo que ser trasladado a España de emergencia para operarlo. Según lo que se ha conocido, el monarca acabó con un elefante de cincuenta años y cinco toneladas de peso, con siete disparos de un rifle Express Rigby del calibre 470.

El trofeo real fue el más grande de los obtenidos por los cazadores en esta temporada. Los restos del animal fueron trasladados a un poblado llamado Morutsa Quqao donde los habitantes se repartieron la carne. Los colmillos pasaron al Gobierno de Botswana, aunque puede ser que el rey los obtenga al pagar un porcentaje de dinero.

“Vuestro rey liquidó un buen animal”, aseguró orgullosamente Themba Cliff Bitsan, director de Okavango Kopano Mokoro Community Trust, la fundación que gestiona el área en la que se realizó la cacería por la que usualmente los cazadores pagan hasta cuarenta mil dólares, aunque el rey fue invitado por un empresario.

La polémica surgió también porque el rey Juan Carlos es presidente honorario de la WWF España (Fondo Mundial para la Naturaleza), una ONG concentrada irónicamente en la promoción de la conservación de la diversidad biológica. La organización cuenta con cinco millones de miembros en el mundo y la presencia en más de cien países.

A pesar de que desde hace años el rey es presidente honorario de esta ONG, siempre ha cazado animales en Rusia, Kazajstán y Zimbabwe y ha posado en fotos junto a osos, rinocerontes y elefantes muertos. Todo esto ha provocado una ola de rechazo de ambientalistas y hasta prestigiosos medios de comunicación como el periódico francés Le Monde, que han criticado la forma en que los medios de comunicación españoles han tratado el tema: Con guantes de seda.

Y aunque posteriormente el rey Juan Carlos declaró que “lo sentía” y que “no volverá a ocurrir”, no se supo a qué se refería. Si sentía haber matado un elefante, si sentía haber ido a Botswana, que no volvería a matar elefantes o viajar a Botswana, todo un enredo real que en pocos días dejó de ocupar las portadas de los diarios españoles tratando así de apagar la crítica a la realeza española.

Pase lo que pase con el rey Juan Carlos y sus famosas cacerías, ha quedado en el centro de las bromas con fotos de elefantes disfrazados de cebras o con el rey afirmando: He matado a Dumbo y un elefante diciéndole desde el cielo de los elefantes: ¿Por qué no te callas?, esa famosa frase dicha al presidente venezolano Hugo Chávez el 10 de noviembre de 2007 en la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, ocurrida en Santiago de Chile.  

El autor es periodista y escritor

Opinión Botswana elefante rey archivo

COMENTARIOS

  1. Aura Lila
    Hace 12 años

    Pero aca, tenemos a los Reyes del Carmen, viviendo en palacio, banados en rosales y pasillos con diamantes, y un inmenso “rebano de borregos” obedientes porque tienen su engorde a gusto y antojo. Con “lacayos y servidumbre muy contentos por tener oportunidades de prebendas y coimas a monton. Con un ejercito y policia muy fieles porque de no serlo, salen del progreso y miles y miles de delincuentes inducidos al aumento del patrimonio Real. Historia actual y muy autentica nicaraguense.

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