Un estudio de la Universidad de Sydney ha revelado que los errores en la administración de medicamentos a los niños son numerosos y aumentan el riesgo de que los pequeños sufran una sobredosis, se intoxiquen o de que su tratamiento sea ineficaz. De acuerdo con la investigación australiana, los errores más frecuentes al administrar la medicación a los hijos consisten en:
7 por ciento: No medirles la temperatura antes.
46 por ciento: Dársela con menos de 38 grados de temperatura corporal.
17 por ciento: Darles una dosis superior.
44 por ciento: Darle una dosis inferior a la correcta.
Para prevenir sobredosis o intoxicaciones, la Academia Americana de Pediatría estadounidense (AAP) recomienda buscar un lugar bien iluminado para evitar coger otra medicina o darle al niño una dosis equivocada, revisar la etiqueta antes de abrir el envase y darle la medicación al hijo, y nunca tratar de adivinar la cantidad de medicina que hay que darle al pequeño.
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