Lucydalia Baca Castellón
Un crecimiento económico que se base en el incremento de la productividad (y no en el precio de las exportaciones), para que los salarios adquieran mayor poder adquisitivo, solo se logrará poniendo en marcha un ambicioso plan de nación, sostienen la Fundación Nicaragüense de Desarrollo Económico y Social (Funides) y el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp).
En los últimos años el salario ha perdido poder adquisitivo y se aleja cada vez más del costo de la canasta de 53 productos y servicios básicos.
El plan de nación debe incluir desde el fortalecimiento del Estado de derecho hasta cambios en el funcionamiento del aparato estatal, el sistema educativo, la disponibilidad del crédito y del sistema tributario para que sea más equitativo.
CAMBIOS EN LA VISIÓN DE PAÍS
El analista Oscar René Vargas considera que estos cambios deben ir acompañados de una mejor distribución del ingreso y cambios en la visión de país que garanticen mayor inversión en las zonas productivas. Esto evitará que dicho incremento se reduzca a que el trabajador produzca más con el mismo salario.
“De no ir acompañado con estos aspectos, el incremento de la productividad se reducirá a que el trabajador produzca más con el mismo salario. Entonces, más de la mitad de los nicaragüenses que tienen un empleo, sin importar en qué sector, seguirá teniendo acceso únicamente a menos de la mitad de la canasta básica”, sostiene Vargas.
Mejorar la educación pública preescolar, primaria y secundaria, así como la educación técnica y vocacional.
Reducir los costos de generación eléctrica a niveles competitivos de Centroamérica.
Mejorar la infraestructura del país.
Incrementar las oportunidades de los pobres para beneficiarse rápidamente del crecimiento económico.
Aumentar la disponibilidad de crédito de mediano plazo.
Reducir las trabas burocráticas a los negocios.
Realizar una reforma fiscal que mejore la eficiencia y equidad de nuestro sistema tributario.
Fortalecer la competencia.
Finalmente, pero no menos importante, consolidar la estabilidad macroeconómica.
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Añade que el salario promedio nacional es de 6,718.00 córdobas y el costo de la canasta a marzo alcanzó los 10,091.77 córdobas. Por lo que al menos la mitad de los que tienen empleo no tiene acceso a la canasta completa.
LO QUE PROMUEVE FUNIDES
Desde finales del año pasado Funides promueve una propuesta basada en diez puntos que permitirían un crecimiento económico sostenido de entre el seis y siete por ciento, lo que redundaría en un aumento de la productividad e inversión por habitante.
“Eso conlleva no solo un acuerdo sobre estas políticas, sino también su continuidad, como así lo han demostrado países exitosos. Por lo tanto, se requieren acuerdos de nación que trasciendan los cambios de gobierno”, advirtió José Antonio Baltodano, presidente de Funides, al presentar la propuesta.
Para Funides, el Estado de derecho y la fortaleza institucional de un país son claves para su desarrollo y el bienestar de su población. Prueba de ello es que los países que tienen instituciones sólidas son los que gozan de mayor bienestar económico.
INVERSIÓN A LARGO PLAZO
El Ieepp considera que para garantizar un crecimiento económico sostenible a tasas mayores a ocho por ciento es indispensable que el país cuente con un plan nacional de inversión pública de largo plazo (2012-2032), que trascienda los ciclos políticos, evite la improvisación de proyectos y maximice la política de endeudamiento externo.
Dicha inversión debe priorizar los proyectos de infraestructura que contribuyan a mejorar la productividad del sector privado, particularmente aquellos que tienen impacto en las zonas de alta productividad agropecuaria y forestal. Esto a su vez permitirá la generación de mayores niveles de inversión privada.
Los economistas afirman que el incremento de la productividad se resolverá en el mediano o largo plazo, porque está relacionado con la innovación tecnológica y la capacitación de la fuerza de trabajo. También con la distribución del ingreso.
Vargas estima que la reforma fiscal próxima a discutirse debería utilizarse para garantizar una distribución más equitativa de los ingresos. Pero también considera indispensable un cambio de visión que garantice, por ejemplo, que el aporte de Matagalpa y Jinotega con el café, o Chontales y Boaco con la ganadería, se invierta en dichas regiones, en lugar de hacerlo en Managua o el resto del Pacífico.
Añade que solo se necesita una iniciativa que marque un derrotero para iniciar este cambio. Acciones como la digitalización de la isla de Ometepe (impulsado por la Fundación Zamora Terán y aliados del sector privados) y los efectos multiplicadores que provocará en el futuro, son las que crearán una dinámica que en cinco o diez años permitirá dar un salto.
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