En el barrio La Primavera los adoquines desaparecen con cada lluvia que cae, ya que las corrientes se los lleva.
Las viviendas aledañas al cauce del barrio Domitila Lugo están más cerca del lago Xolotlán. Varios manjoles de este barrio rebalsan de aguas negras y cuando la lluvia es fuerte en los inodoros se filtra agua.
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Roy Moncada
Al recarpeteo de un kilómetro de la Carretera a Masaya le agarró la lluvia. Ayer el tráfico estuvo a “paso de tortuga”, luego que trabajadores del Fondo de Mantenimiento Vial (Fomav) cerraran un carril desde las 10:00 a.m. hasta las 3:00 p.m.
Aunque recientemente los obreros del Fomav aseguraron que el mantenimiento de la carretera se haría por las noches, para no caer en el embotellamiento vehicular, ayer decidieron trabajar desde temprano para “aprovechar el sol”. Pero provocaron una cola de vehículos de cuatro kilómetros.
La excusa de ellos fue que recarpetear en el día sería más viable, por el sol, pero pese a que el invierno ya se asentó, no contaron con la lluvia que cayó después del mediodía.
“Mañana (hoy) también cerraremos el carril de Norte a Sur desde el (kilómetro) 13 hasta el 14.5, donde terminaremos la tarea propuesta”, aseguró Yader Ampié, trabajador del Fomav.
A escasos kilómetros del recarpeteo, la calle que conduce al residencial Nuevo Milenio, en Veracruz, vía que serviría alterna para evitar el tráfico caótico de Carretera a Masaya, los fangos se han multiplicado con el invierno en el país.
Silvio Silva, poblador de la zona, afirmó que se han enviado cartas a la Alcaldía de Nindirí y que esperan respuestas de estas.
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