WASHINGTON/ (AFP/
La Casa Blanca afirmó hoy que los países que apoyan al régimen del presidente sirio Bashar al Asad se encontrarán “del lado malo de la Historia” y recordó su “decepción” por la actitud de Moscú y Pekín ante la situación que vive Siria.
“Al Asad será recordado siempre por lo que hizo el pasado fin de semana y por lo que ha hecho en los últimos 15 meses”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en referencia a la masacre de Hula, que dejó 108 muertos el viernes, y a los más de 13.000 sirios que han perdido la vida desde que comenzó el movimiento de revuelta contra el gobierno de Damasco en marzo de 2011.
“Es nuestro convencimiento, que manifestamos en nuestras conversaciones (con otros países), que apoyar al régimen de Al Asad es ponerse o poner a su nación del lado malo en la Historia”.
Según Estados Unidos, Rusia es una pieza clave en las negociaciones diplomáticas para evitar que Siria caiga en una guerra civil, pero Moscú se opone a cualquier intervención militar y ha bloqueado varias sanciones contra su aliado en el Consejo de Seguridad de la ONU.
“Estamos en permanente contacto con los rusos y otros (países) para tratar lo que estamos viendo en Siria y la necesidad de presionar más al régimen de Al Asad”, explicó el portavoz.
“Hemos declarado claramente nuestra decepción por el veto de Rusia y China a la resolución (del Consejo de Seguridad) sobre Siria, que reclamaba a Al Asad poner fin a la brutal campaña contra su pueblo”, dijo Carney.
A pesar del veto ruso, Moscú se unió -al igual que Pekín- a la condena de la ONU por la masacre en Hula, que dejó 108 fallecidos, entre ellos 49 niños, y 300 heridos.
El presidente sirio “ha desaprovechado una ocasión para liderar una transición política que mejore la situación de Siria en la comunidad internacional y, más importante, mejorar la vida de sus conciudadanos. Pero esto no cambiará”, zanjó el portavoz de la Casa Blanca.