Danilo Arbilla
“Yo me imagino que debe de haber un altar en cada islita del Caribe, rogando por la salud de Chávez. El de Venezuela es el Gobierno más generoso de la historia de América Latina. Yo le he dicho a él (a Chávez), mira que no creo que estés construyendo el socialismo, porque con los recursos que tienen les brota la burocracia por todos lados.
Pero un Gobierno con la generosidad de Chávez no hemos visto nunca en América Latina. Le dio vida a Dios y todo el mundo. Pobre Cuba si no está y pobres esas islitas que banca todo el tiempo con la canilla abierta de petróleo. La propia Argentina le debe mucho. Va a ser duro si no está. De ahí mi desesperación porque entrara al Mercosur….”.
Va a ser duro si no está, así vislumbra al escenario hemisférico sin Hugo Chávez el presidente del Uruguay, el exguerrillero Tupamaro, José “Pepe” Mujica, según se lo declaró al semanario izquierdista uruguayo Brecha.
La visión de Mujica no es única. Hace un tiempo, cuando la enfermedad de Chávez no era tema, también una de las mayores figuras de la oposición nicaragüense me hizo parecidas, aunque no tan entusiastas apreciaciones. Todavía Ortega no había ganado las elecciones y la alianza encabezaba por el liberal Fabio Gadea tenía sus esperanzas, no obstante los abusos de poder del sandinismo el que además, con la plata que le enviaba Chávez, compraba votos repartiendo “viviendas, vacas, cerdas preñadas y gallinas gordas” entre el electorado.
—Si ganan lo primero que harán será frenar al señor Chávez, ¿No?, le pregunté.
—Si ganamos, lo primero será ver cómo reencaminamos una buena relación con Venezuela, porque Chávez es un factor clave en la región; fue su respuesta.
Parece que lo del colombiano Juan Manuel Santos no fue ningún invento. Así me lo explicó mi fuente:
—“Chávez, para empezar, es clave para los gringos. Por algo nunca pasa nada, mucho insulto pero ni uno ni otro dejan de comerciar entre ellos. Las palabras no importan. La cuestión es que Chávez es un seguro proveedor de petróleo de los gringos, a precio preferencial, que se procesa en los EE. UU., lo venden gasolineras venezolanas instaladas en EE. UU. y la plata queda en EE. UU. y todos contentos. Pero además Chávez apuntala su liderazgo repartiendo petróleo y dinero por todo el Caribe y Centroamérica y se transforma en el gran moderador social de la región; el petróleo barato de Chávez es el regulador económico que evita cualquier erupción. Para los EE. UU. es un factor pacificador que no les sale nada e incluso que les mantiene quieto al viejo Castro con su puro blá, blá. Eso más que un peaje es una tranquilidad”.
—Sobre todo para Cuba.
—Por supuesto, sin Chávez a los Castros en Cuba ya los habrían barrido los propios cubanos. Pero si cae Chávez, el problema no es solo para Cuba, lo es para muchos países de la región, porque se les va a acabar el subsidio; lo va a ser para los Estados Unidos. Porque se les va ese “socio oculto” y porque nadie sabe quién va a suceder a Chávez; eso va ser un caos, va a haber una lucha de poder terrible. Ahora quienes más van a perder van a ser los venezolanos, que se van a encontrar con un país vaciado, y con miles de buitres reclamando en base a acuerdos, regalías y entregas “soberanas” que Chávez hizo en nombre de la tan mentada alianza bolivariana que él se inventó y financió.
—Aquello va a ser una caja de Pandora.
—Esa es una forma linda de decirlo. Lo que va a dejar es una olla podrida.
El autor es periodista uruguayo, director del semanario Búsqueda.
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