Lucía Navas y Wendy Álvarez
Señala que de haber una reducción en la factura, esto podría estimular para que los precios de los alimentos se reduzcan, igual impacto tendría en los precios de los combustibles que están empezando a retroceder.
El Gobierno ya dijo que por ahora no prevé reducir la tarifa eléctrica pero sí al menos mantener congelado el precio, pues recuerda que el país debe pagar una deuda que mantienen con Alba Caruna, que ha sido calculada en 134 millones de dólares, pero de la cual no se conocen detalles de pago.
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La Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin) reclama a las autoridades del sector eléctrico, presenten un informe detallado del acuerdo de endeudamiento que han adquirido con Alba Caruna con el fin de mantener subsidios totales y parciales los últimos dos años y medio.
Este es un paso necesario para Mario Amador, presidente de Cadin, para transparentar finalmente a cuánto asciende en realidad la deuda adquirida por el Gobierno con la cooperativa y el mecanismo para pagarla, por cuanto al final recae en los usuarios del servicio.
“Debemos tener una claridad para que cada quien sepa que cuando la tarifa sube tanto (un porcentaje) cuánto se incrementa mi deuda, y así igual saber que cuando baje la tarifa esa deuda se me va a reducir en tanto”, refiere Amador.
Precisamente la deuda millonaria adquirida con la cooperativa Alba Caruna, autorizada por el Instituto Nicaragüense de Energía (INE), evita que ahora que el petróleo está más barato los usuarios se beneficien de una reducción del precio de la tarifa eléctrica.
En dos semanas directivos del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) se reunirán con el Gabinete Energético que preside Bayardo Arce, asesor presidencial para asuntos económicos. Ahí se analizará si se requiere un nuevo aumento tarifario para cubrir los costos de generación de energía eléctrica.
NI MÁS ALZA NI MÁS DEUDA
José Adán Aguerri, presidente del Cosep coincide con Amador de Cadin, en que el actual escenario es positivo ya que el petróleo promedia los 86 dólares por barril, precio que está por debajo de los 97 dólares proyectados por el Gobierno para este año.
Por este escenario de requerirse un alza tarifaria no debería superar el cinco por ciento.
“Lo ideal para Nicaragua sería una reducción del precio (de la tarifa), pero si no lo podemos reducir por lo menos mantengámoslo estable porque seguimos siendo un país con poca competitividad por los altos costos de la energía”, sostiene Amador.
Cadin y Cosep aceptan que es casi imposible que la tarifa baje. Sin embargo Mario Amador cree que debería aprovecharse la baja en el costo del petróleo para establecer si es posible comenzar a pagar adelantado la deuda con Alba Caruna, y no esperar hasta que toda la matriz sea por generación hidroeléctrica.
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