El seleccionador de Bélgica, Marc Wilmots, presente en Ucrania en calidad de comentarista para la televisión pública belga, se dio un susto terrible porque su avión estuvo por estrellarse en Kiev. Al Tupolev lo agarró una violenta tormenta cuando estaba aterrizando.
“El avión se sacudía en todos los sentidos. A una centena de metros del piso, el piloto volvió a darle gas y tomar altura.
El avión finalmente aterrizó en Dnipropetrovsk, antes de volver más tarde a Kiev”, explicó Wilmots a la prensa belga. Algunos minutos más tarde de ese incidente, otro avión que transportaba paracaidistas ucranianos se estrelló en la región de Kiev, por una tormenta terrible que causó cinco muertos.
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