Roberto Mora
Más de 200 personas que fueron despedidas de la fábrica de tabaco Tambor de Estelí se conglomeraron frente a las instalaciones del Ministerio del Trabajo donde les entregaron sus respectivas liquidaciones.
Ahí estuvieron el propietario de la empresa, Víctor Calvo y su asesor legal Danilo Martínez, sin embargo las autoridades del Mitrab al revisar algunas de las liquidaciones consideraron que no se les estaba pagando lo que establece la Ley de Salario Mínimo.
El asesor de la fábrica, Danilo Martínez, explicó que la ley no prohíbe que los trabajadores deben ser liquidados según la producción.
“No se puede pactar menos del mínimo, pactar, pero si usted por producción no me cumple con la meta, no me produce el mínimo, no le puedo pagar el mínimo. Nosotros pactamos por ejemplo dos mil pesos para que produzca mil puros diarios, pero usted solo me produce 700. ¿Dígame en que parte de la ley me dice que yo le tengo que pagar todo el salario que usted no se ha ganado?”, ejemplificó Martínez.
Explicó que debido al cambio de preferencia por algunos puros, según sus sabores, en Estados Unidos se han visto en la necesidad de hacer una reingeniería que incluye mejorar sus presentaciones, pero que implica a la vez la reducción momentánea del personal.
Según representantes de esta actividad, la inestabilidad laboral es normal, sobre todo a inicios del año porque disminuye el consumo y por consiguiente los pedidos desde Estados Unidos.
La delegada del Ministerio del Trabajo en el departamento de Estelí, Noxoli Meza Castillo, explicó que esa institución debe velar para que no se le violenten los derechos a los trabajadores y de acuerdo con la revisión que se hizo de algunas de las 270 liquidaciones, no correspondían al monto establecido en la ley.
Al final ninguno de los extrabajadores protestó y algunos dijeron estar conformes con su pago.
Esta semana de la fábrica Tabacos de Estanzuela SA (TESA) fueron despedidos siete de los diez trabajadores que les quedaban. Se conoció que en esa empresa desde el año pasado están reduciendo su personal y se quedaron con un mínimo para la realización de cajas y puros. Actualmente la fábrica se encuentra casi en abandono.
Meses antes, la fábrica de tabacos conocida como Natsa, ubicada en el barrio El Rosario, fue la primera en reducir drásticamente su personal por división de su consorcio, algunos de los cuales inauguraron otra fábrica. Salieron más de 400 trabajadores.
En la fábrica Tabacos de Estanzuela SA (TESA) también hubo despido de personal.
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