Elízabeth romero
Al parecer la captura de un guatemalteco, en enero pasado, aparentemente fue motivo de interés para Henry Aquiles Fariñas Fonseca. Al menos eso es lo que deja entrever el hecho de que una copia del expediente policial estuviera en su poder.
Esto fue parte de los hallazgos revelados por la Fiscalía, en la acusación contra Fariñas y otras personas, que realizó ante los tribunales por los delitos vinculados a narcotráfico, crimen organizado y lavado de dinero.
El Juez Quinto de Distrito Penal de Audiencias, Julio César Arias, suspendió el miércoles la audiencia especial de acumulación de causa por defecto procesal, ya que las defensas no contaban con las respectivas acusaciones y escritos de intercambios de pruebas de cada causa. Esto según dijo el judicial: “Con el fin de no limitar o causar indefensión a los acusados”.
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En el recibo de ocupación que la Policía Nacional realizó en el allanamiento a la casa de Fariñas, en Serranías, destaca “una copia del expediente policial número 0121-12, donde se investigaron a los ciudadanos Juan Carlos Osorio Enríquez y Fulvio Ochoa Sosa, por el delito de transporte internacional de estupefacientes y otras sustancias controladas, en fecha 20 de enero del 2012”.
En esa ocasión a Osorio la Policía le ocupó en el sector de Rivas 2,492.7 gramos de heroína.
El expediente fue encontrado entre documentos de licencias de conducir, chequeras bancarias, recibos, varios celulares iphone, blackberry, pasaporte, así como de los libros titulados No estás deprimido, estás distraído y Ayer soñé que podía y hoy puedo , de Facundo Cabral, el trovador argentino muerto el 9 de julio del año pasado en un atentado dirigido contra Fariñas, en Guatemala.
El fiscal de la Unidad Anticorrupción y Crimen Organizado del Ministerio Público, Javier Morazán, dijo no precisar sobre esto. El vocero de la Policía Nacional, comisionado mayor Fernando Borge, prometió averiguar al respecto, pero sugirió que a lo mejor ambos tenían un mismo abogado y recordó que estos tienen acceso a los expedientes.
En abril pasado, el guatemalteco se fugó de las celdas policiales de Rivas, junto con otros seis detenidos.
El 12 de abril LA PRENSA publicó que tras la fuga de los siete reos de las celdas preventivas de la Policía Nacional, en Rivas, versiones extraoficiales señalaban que al menos el guatemalteco habría pagado por su escape entre 300 mil y 500 mil dólares. La Policía investigó el caso en su momento, pero solo encontró responsabilidades administrativas.
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