Humberto Galo
La idea de aprobar la eventual construcción del canal interoceánico a través del río San Juan avanza rápidamente, de hecho se espera que la semana entrante la Comisión de Infraestructura de la Asamblea Nacional dé a conocer el marco jurídico que lo regiría.
Sin embargo, movimientos ambientalistas y representantes de las comunidades caribeñas recomiendan tener un poco de paciencia al respecto, sobre todo por el impacto ambiental que esta obra podría traer para la Reserva de Biosfera del Río San Juan, territorio de 7,677 kilómetros cuadrados que se extiende hasta algunos territorios del Caribe sur de Nicaragua.
“En el Caribe, el concepto de tierra se ve como algo sagrado, en el Pacífico se le interpreta como un sinónimo de negocio”, señaló Aldrick Beckford, representante del gobierno territorial Rama Kriol.
Por su parte, Kamilo Lara, de la Fundación Amigos del Río San Juan (Fundar), manifestó que “cualquiera que sea la ruta que se seleccione, hay que procurar que el territorio también se beneficie del proyecto y que el impacto medioambiental no traiga consecuencias”.
Actualmente en el parlamento está el proceso de consultas para aprobar la ley de construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, un proyecto a diez años que costará unos treinta millones de dólares, según los planes.
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