Con un “acá no hay golpe”, el nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, inició su primera jornada al frente de Paraguay, convencido de contar con el apoyo “unánime” de su nación, aunque le falte el reconocimiento de muchos vecinos.
Estados Unidos urgió “a todos los paraguayos a actuar pacíficamente, con calma y responsabilidad, en el espíritu de los principios democráticos paraguayos”.
La Unión Europea (UE), a través de un comunicado de la comisaria de Relaciones Exteriores Catherine Ashton, dijo estar “siguiendo con preocupación los acontecimientos políticos en Paraguay” y llamó a “todos los partidos a respetar la voluntad política” del pueblo paraguayo.
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En su primera rueda de prensa a medios internacionales, el mandatario admitió que su situación “no es fácil” y que “hay inconvenientes con la comunidad internacional”, pero defendió la legalidad del “juicio político” que supuso la destitución del exmandatario Fernando Lugo y su toma del poder.
“Acá no hay golpe, no hay quiebre institucional. Es una situación legal que la Constitución y las leyes de mi país permiten para hacer un cambio cuando la situación se produce inviable”, mantuvo Franco.
Asunción y el país en general amanecieron ayer tranquilos y, en cambio, el Palacio Presidencial era un hervidero de gente desde que, a primera hora de la mañana, Franco acudió a su despacho, donde recibió primeramente al nuncio apostólico, el italiano Eliseo Ariotti.
El Vaticano, Alemania y España lo respaldan
“Es un don de Dios, pero también de los hombres y de los paraguayos el reconstruir”, dijo el representante del Vaticano, que explicó que acudía a “honrar” a las nuevas autoridades e invitó a hacer lo propio al cuerpo diplomático.
Franco también ha establecido contacto con el ministro alemán de Cooperación, Dirk Niebel, quien tenía una visita programada a Asunción.
El Gobierno español defendió ayer el pleno respeto a la institucionalidad democrática y el Estado de derecho y confió en que Paraguay “logre encauzar la actual crisis política, así como salvaguardar la convivencia pacífica”, señala una nota oficial.
Otros lo rechazan
El nuevo Gobierno paraguayo recibió más muestras de rechazo de países de la región que consideran que con la destitución de Fernando Lugo se atentó contra la democracia, pero aún no se ha despejado la incógnita sobre qué posición tomarán Brasil, así como Mercosur y Unasur en su conjunto.
A Ecuador, Argentina, Bolivia, Venezuela y República Dominicana —que anunciaron que no reconocen a Franco—, se sumaron ayer Cuba y Perú, además del bloque de la Alba. El Gobierno argentino resolvió retirar a su embajador de Paraguay.
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