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Tras su sueño

Torneos nacionales, centroamericanos y latinoamericanos. Victorias en Costa Rica, en El Salvador, Guatemala, Honduras y venciendo a decenas de oponentes en la cancha de tenis, hasta convertirse en el número uno de su categoría ha sido el camino de Paco, un adolescente de 14 años que sueña un día estar entre los diez mejores tenistas del mundo.

Por Róger Almanza G.

Torneos nacionales, centroamericanos y latinoamericanos. Victorias en Costa Rica, en El Salvador, Guatemala, Honduras y venciendo a decenas de oponentes en la cancha de tenis, hasta convertirse en el número uno de su categoría ha sido el camino de Paco, un adolescente de 14 años que sueña un día estar entre los diez mejores tenistas del mundo.

En su cuarto descansan polvosos, porque así los quiere, una centena de trofeos que lo titularon como el número uno de Centroamérica, según la Federación de Tenis Centroamericano y el mejor del país. En Nicaragua, al parecer, no hay quién le meta raqueta.

Aunque su nombre es Francisco Bendaña, este chavalo insiste que lo llamen Paco Bendaña, es su firma en cada raquetazo que da y ya la entrena para cuando le pidan autógrafos en esas pequeñas pelotas amarillas.

Clases en línea

Paco dejó la escuela. Los salones de concreto donde compartía con sus amigos en el Colegio Americano Nicaragüense. Desde hace un año estudia en un colegio de Estados Unidos, pero desde su casa, donde han equipado el estudio para que le sirva a Paco durante sus horas de clases. Las clases son en línea y para Paco estudiar así es mucho más difícil pero necesario para obtener mayor tiempo que invertir en el tenis.

“Fue una decisión difícil. No fue idea solo mía. Mis padres la pensaron bastante para sacarme del colegio, pero creo que fue una buena opción, porque he incrementado mis horas de práctica y he mejorado mucho en este último año”, cuenta Paco.

En esta escuela en línea lleva materias como Historia, Ciencias, Matemáticas, Español, Inglés, entre otras clases que debe desarrollar semestralmente y demostrar a través de ensayos y otras tareas finales su aplicación y conocimientos.

Para Paco lo más difícil es la responsabilidad de volverse más disciplinado.

“Con este estilo de estudio debés tener más disciplina, no hay un maestro que te esté avisando de las tareas, ni inspectores ni amigos que te estén ayudando… Estudiar así es para disciplinados”, cuenta Paco.

Los salones de clases están en su computador. Solo se conecta a internet y en la página web de su colegio empieza a recibir cada materia. Su hora de entrada es a las 9:00 y las clases terminan a la 1:00 de la tarde, aunque el respeto de los horarios es una decisión de él, no hay nadie que lo vigile, más que su tutora, la profesora Lizette Richarson, con quien ha desarrollado una relación más allá del respeto entre maestra y alumno. Bromas y risas se escapan del estudio, entre Paco y su tutora, sustituyendo en parte las bromas durante clases con sus compañeros.

Paco nació en Estados Unidos, pero sus padres son nicaragüenses, lo nacionalizaron desde que era un bebé.
LA PRENSA/C. HERRERA

El sueño

En un solo año, Paco pasó de estar en el número cinco de los mejores del país a coronar la primera posición, éxito que lograba compitiendo con tenistas, incluso de otras categorías.

En el 2010 su estrella brilló y Paco se convenció que llegará lejos, tan lejos que ni él puede definirlo. Solo sabe que estará entre los diez mejores del mundo.

Fue en ese año cuando de un total de 50 juegos en Nicaragua y Centroamérica, Paco perdió solo ocho. Este chavalo de seis pies y dos pulgadas, de piel bronceada y ojos claros, empezaba a lograr lo que quería.

En ese momento, su victoria más importante fue el torneo de sencillo y doble de la Copa del Café, realizada en Costa Rica.

“Me subió la moral sobre todo porque le gané al tico en su propia cancha. El lugar estaba lleno y solo se escuchaba la barra tica. Ganar en esa situación es sorprendente”, comenta Paco.

Un cambio para el resto de la vida

Desde niño, Paco siempre se vio jugando en una cancha. No importaba el juego pero tenía que haber una pelota de por medio. Así a sus 8 años inició en el futbol. No logró el éxito.

“No me lograba acoplar, además que mi colegio no tenía un excelente equipo y mis padres me aconsejaron que tratara en un deporte más individual y fue así como llegó el tenis”, cuenta Paco.

Aunque al principio no le gustaba mucho la idea, se dedicaba tanto a este nuevo deporte que a sus 10 años participó en el primer torneo centroamericano por equipo, realizado en Guatemala. Aquí se vinieron con el tercer lugar. Nada mal para un niño que iniciaba en esta práctica.

Tres meses después jugó en Costa Rica, donde quedó invicto y se llevó el segundo lugar. Ya no había duda, este era su deporte.

El tiempo pasó y la práctica ha dado resultado. En el 2007 obtuvo el segundo lugar en el torneo centroamericano y esto le hace subir de categoría.

El año pasado la marca Babolat lo patrocinó durante los Juegos Centroamericanos de Honduras. “Que una marca así de importante me patrocinara me subió el autoestima, durante el torneo estaba montado en una montaña de confianza”, asegura Paco.

Antes de entrar a la escuela virtual,  Paco entrena en el gimnasio dos horas diarias y por la tarde continúa con su entrenamiento en la cancha.
LA PRENSA/C. HERRERA

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