“Una parte de la muestra es documentada en impresiones blanco y negro y la otra serie son grabados collages donde desarmo, recorto, pego y armo historias a colores”, añade la artista.
Arte retrospectivo de Alicia Zamora alude al surrealismo, lo prehispánico y crisis de país
Cuadernos rayados
Al día siguiente era domingo. Estrené el cuaderno rayado. El primer capítulo se titulaba: Prólogo. Empezaba con la frase: Me entenderás, signo de interrogación.El tuteo iba dirigido al cuaderno. Y en siete páginas trataba de un hombre llamado T. P. Y., de otro con el nombre A. G. Y. de un K. H. y un O. E. De una mujer con el nombre B. Z. A. Trudi Pelikan le di el nombre supuesto de Cisne. Escribí el nombre de la planta, Koksokhim Zavod, y de la estación del ferrocarril minero, Jasinovataia. También los nombres Kobelian e Imaginaria-Kati. Mencioné asimismo a su hermano pequeño Piold y su momento de lucidez. El capítulo terminaba con una larga frase: Al amanecer, después de lavarme, se desprendió de mis cabellos una gota que resbaló por la nariz hasta la boca como una gota de tiempo, lo mejor será que me deje crecer una barba trapezoidal, para que nadie más en la ciudad me reconozca.En las semanas siguientes amplié el Prólogo con tres cuadernos más.