“Una parte de la muestra es documentada en impresiones blanco y negro y la otra serie son grabados collages donde desarmo, recorto, pego y armo historias a colores”, añade la artista.
Arte retrospectivo de Alicia Zamora alude al surrealismo, lo prehispánico y crisis de país
Guillotina
Anoche asesinaron a mi padre navegan en su sangre como si jugaran sus brazos con sus piernas al eterno luto los ojos de mi madre fríos como diciendo no pasa nada, no pasa nada.
Discusión ante la luz
En el vientre el llanto no es llanto,
sino forma que flota
en la selva virgen por tocar,
Isla
Ese pequeño jade que lleva en sus hombros la mar lo empuja el viento, la tarde y lejano nido de cigüeña canta con vestido de luto y la tarde y el viento lo empujan lejos.
El último salmo
Dios concédeme un poema que cante a voz de trinolos pájaros del campo,todos los maresy los ríos del mundo.
México en revolución
Veinte y siete imágenes, que abarcan desde 1908 hasta 1920, ocuparán el Centro Cultural Casa de Salud Debayle en León, en ocasión de los cien años desde la Revolución Mexicana. “Esta exposición se ha presentado en algunos países en los últimos dos años”, explica Salvador Martínez, agregado cultural de la Embajada de México.
¡Qué maestro!
“El pasado nunca se muere, ni siquiera es pasado”, afirmaba en Requiem for a nun William Faulkner, maestro de la narrativa moderna y uno de los reyes de la prosa sureña de Estados Unidos, del que ayer se cumplieron 50 años de su muerte.
Colinas de Misisipi: Mi epitafio
Lejanas colinas azules, en las que me he deleitado,a las que sigue la primavera con pies de plata y el manto…
11 de Noviembre
Gris es el día, y todo el año es frío,y por la tierra deshabitada el chirrido de las golondrinasseñala el vuelo austral de la primavera. Nada alberga,salvo el invierno, la bóveda del firmamento.
La Luna está loca, y brilla débilmente
La luna está loca, y brilla débilmente, y hurga con los dedos, curiosa, en la espesura y los sotos, y luego se detiene, y mira a su alrededor —la colina se impregna de la tristeza que la rodea—y empolva las rocas oscuras y las jorobas de grano alineadas en solemnes tresnales;
Desierto
El hombre no se detuvo, continuó caminando. No servía de nada detenerse. A veces giraba su cuello para observar lo que dejaba atrás. Solo veía arena reflejando el ocaso en la inmensidad absoluta.