MÉXICO/EFE
La izquierda mexicana anunció ayer su intención de anular o invalidar las últimas elecciones para que sean convocados nuevos comicios extraordinarios.
El líder de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en una rueda de prensa que, “cuando menos”, las opciones que se buscan son las de “invalidez o nulidad” de los comicios, que ganó el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El anuncio fue hecho un día después de que las autoridades electorales confirmaran los datos oficiales del escrutinio, en el que el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, obtuvo el 38.41 por ciento de los votos, y su partido se convirtió en la primera fuerza política en el Parlamento, aunque sin mayoría absoluta.
“Nosotros no podemos aceptar esos resultados, tenemos pruebas que demuestran que no podemos partir de esos resultados”, insistió López Obrador.
Aunque en el escrutinio oficial se llegaron a recontar más de la mitad de los votos de la elección presidencial, López Obrador dijo que esa medida “no fue suficiente”. “Vamos a presentar las pruebas el jueves y vamos a definir el tipo de juicio que se va a interponer, de invalidez o de nulidad”.
“De lo que no tenemos duda es de que se compraron alrededor de cinco millones de votos”, agregó el líder de la izquierda al reiterar denuncias de que la compra de votos favoreció a Peña Nieto, quien sacó 3.4 millones de votos de ventaja sobre López Obrador.
Según explicó el abogado Jaime Cárdenas, del equipo legal de López Obrador, la invalidez o la nulidad de los comicios no son medidas excluyentes, y se “pueden pedir las dos vías” ante las autoridades electorales.
El presidente Felipe Calderón calificó ayer de “inaceptable” la compra de lealtades políticas y pidió a las autoridades electorales que “castiguen” a los responsables si esta práctica se utilizó para favorecer a determinado candidato.
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