Lucía Vargas
“Estamos conscientes que el mal olor afecta, y por eso tenemos esas dos modalidades de limpieza, sin embargo hay que admitir que los pañales (para los caballos) que nos dieron no funcionan y la mayoría ya dio su vida útil”, sostuvo.
Ordeñana dijo que durante una visita que hizo el ministro de Turismo, Mario Salinas, plantearon la urgencia de nuevos pañales y en esa ocasión el señor Salinas prometió al gremio conseguir un diseño más adecuado para hacer esos productos.
“Estamos esperando ese diseño nuevo para ver si podemos controlar este problema, porque no es nuestro objetivo causar molestias a los ciudadanos”, refirió.
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El mal olor que provoca el estiércol y la orina de los caballos, que transitan por las calles principales de la ciudad de Granada, ha causado molestias y críticas constantes de parte de los dueños de tiendas y hoteles. Cuando el sol calienta, la situación es más insoportable.
Los quejosos dicen que el hedor molesta y ahuyenta a sus clientes, por lo que ha sido tema de discusión en reuniones del sector turismo con los dueños de coches.
El mal olor se concentra más en la calle norte del parque central, donde permanecen aparcados los coches turísticos y en la calle del hotel Colonial, por donde inician su recorrido los tour. Allí los animales depositan sus heces en la vía pública a medida que van avanzando.
“Ya no aguantamos ese mal olor, hasta el estómago se me cierra y no quiero ni comer, y por otro lado a la ropa que vendo se le impregna un polvillo que sale del estiércol”, dijo doña Margarita Maldonado.
La señora y otros vendedores dijeron que el estiércol de los caballos les ha provocado alergia en la piel y en las vías respiratorias.
Pidieron a las autoridades que orienten a los cocheros el mejor uso de los pañales que andan los caballos para evitar que caiga el excremento al pavimento.
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