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Vicente Maltez Montiel

Longevidad y calidad de vida

Un excelente reportaje de LA PRENSA titulado, “Secretos de la Laguna” escrito por la periodista Amalia del Cid, dio a conocer que en el valle de la laguna de Apoyo, Masaya, viven personas de avanzada edad —90, 94, 98 años— y hasta centenarios en lo que parece ser un sitio de donde podríamos aprender métodos de longevidad.

El Informe de Desarrollo Humano de la ONU ha establecido que la Esperanza de Vida (EV) de nuestros compatriotas es 74 años, número probable de años que una persona vivirá después de haber cumplido determinada edad.

En tiempos de Neardenthal la vida duraba 20 años. Entre 20 a 30 años en la antigua Grecia y 33 años el inglés medieval, cifra esta que se duplica en el siglo veinte. En el mundo actual el promedio de la vida (EV) se aproxima a los 66 años: 64 en varones y 68 en mujeres.

En países desarrollados se viven 75 años y 49 años en el África subsahariana. Las cifras más altas, 82 años, la tienen mujeres de Canadá, Francia, España, Suiza y Japón, y las más bajas, 36 años en varones de Sierra Leona. América Latina muestra una mayor longevidad de 79 años en las mujeres de Costa Rica y una menor de 60 años en varones de Bolivia.

La prolongación del vivir está vinculado con niveles de salud, pero lo que gana más interés en la actualidad es la esperanza de vida saludable que son los años que se espera pueda vivir una persona con una salud razonable, sin discapacidades ni enfermedades graves.

Para tener una larga y saludable vida no basta poseer buenos genes, también hace falta un estilo de vida correcto que tiene que ver con la dieta, actividad física, alejarse de sustancias tóxicas y cultivar una vida espiritual cargada de emociones positivas.

Los científicos han estudiado secretos de longevidad en montañeses sardos que viven en Cerdeña, Italia, adventistas de Loma Linda, California y japoneses de Okinawa, lugares donde se encuentran personas de cien o más años.

Destacan las siguientes peculiaridades: “Los sardos prefieren ingerir vino tinto con moderación y comen queso pecorino, los adventistas se obligan a tomar cinco vasos de agua por día y los japoneses acostumbran té verde”.

Todos los longevos estudiados tenían en común no fumar cigarrillos, comen frutas, vegetales, granos enteros, nueces y pescado. Se mantienen activos y socialmente vinculados por razones de amistad, familiaridad o fe religiosa.

Los habitantes de estos tres lugares producen el mayor porcentaje de personas de cien años o más y que se enferman y mueren menos de enfermedades cardiovasculares y cáncer que normalmente matan a otras personas.

Si aplicáramos estas enseñanzas de cultivar un estilo de vida saludable como el que he descrito junto con los cuidados y seguimiento del médico internista podríamos garantizar esperanza de vida saludable para todos y todas. Convendría considerar la invitación de la licenciada Del Cid de visitar y aprender de los adultos mayores de Apoyo y felicitarla por un reportaje de gran importancia médico-social. El autor es especialista y profesor de medicina interna.

Opinión calidad de vida longevidad archivo
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