Humberto Galo R.
Temeroso se encuentra Álvaro Narváez, ya que desde hace varios días él y su familia están siendo amenazados con ser desalojados del terreno que han habitado en los últimos diez años.
Curiosamente no han sido las autoridades las que han llegado a ordenarle que abandone el sitio, sino Edgard Urbina, principal dirigente de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) del barrio Motastepe. Según Narváez, el proceso de titulación en el barrio inició la semana pasada, sin embargo, su propiedad no fue delimitada por los técnicos de la Superintendencia de la Propiedad.
“Yo no fui incluido en ese censo porque Urbina dio órdenes expresas, según lo que me dijo uno de los técnicos”, mencionó Narváez.
De acuerdo con el denunciante, el pasado fin de semana un par de individuos llegaron hasta su casa y tumbaron la cerca ubicada en el perímetro del terreno, posteriormente Urbina en compañía de otros vecinos llegó a amenazarlo de muerte. La denuncia está en la Policía.
ORIGEN DEL LITIGIO
En el año 2007, Narváez tuvo una disputa legal con la empresa Arenas de Nicaragua S.A. la cual alegó ser propietaria del terreno. “Yo interpuse una demanda y el asunto se calmó”, dijo Narváez.
Según el denunciante, la razón por la que Urbina tiene esta especie de rencilla contra él se debe a un conflicto de interés, ya que este (Urbina) también se desempeña como conductor de la gerencia de Arenas de Nicaragua S.A.
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