Lucía Navas
4 de agosto de 2010. A eso de las 11:00 a.m. la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) solicita formalmente en los juzgados de Managua, la liquidación forzosa del Banco del Éxito (Banex).
Unas finanzas seriamente dañadas que le hicieron acumular pérdidas por unos 56.8 millones de dólares entre 2009 y 2011 —incluso ya en el período de liquidación—, hicieron que Banex no pudiera ser sostenible para seguir operando, a pesar de tener menos de dos años funcionando como banco.
La liquidación de Banex revivió en su momento una “marca negra” en la historia del Sistema Financiero del país, como fue la quiebra de cuatro bancos entre finales de 1999 y 2001.
La diferencia con la quiebra de Interbank, Bancafé, Bamer y Banic, es que en el caso de Banex a los 3,000 cuentahabientes que tenía la institución financiera les fue devuelto su dinero de los propios fondos del banco.
En esta oportunidad las autoridades supervisoras se aseguraron que antes de ordenar la liquidación, Banex había devuelto 40 millones de dólares a sus depositantes. No hubo necesidad de que el Fondo de Garantía de Depósitos (Fogade) interviniera.
SE FORTALECE
El Fogade tiene una gran importancia dentro del Sistema Financiero Nacional (SFN), ya que es el que al final “respalda” a los depositantes ante cierres o quiebras de instituciones bancarias; pero hasta ahora se mantiene operando casi en el anonimato, aunque el capital del que dispone se ha fortalecido.
“Cerramos en el mes de junio (pasado) con un patrimonio de 105 millones de dólares y esperamos concluir el 2012 con recursos por el orden de los 109 millones de dólares, crecer un nueve por ciento”, detalla Rolando Sevilla, presidente del consejo directivo del Fogade.
Y es que el “paraguas” se amplía de forma importante teniendo en cuenta que en el primer año de operaciones su capital fue de menos de seis millones de dólares.
La crisis económica y financiera de 2008-2009 dejó sus lecciones, Según Rolando Sevilla, presidente del Fogade, ya que internamente las entidades bancarias cambiaron sus políticas crediticias y la Siboif creó normativas de regulación que vigilan más de cerca el comportamiento de la banca.
En 2012 los problemas de la economía externa nuevamente preocupan, pero Sevilla ve más fortalecida a la banca local para enfrentar los efectos.
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Los recursos que dispone el Fogade actualmente permiten una cobertura del 99.4 por ciento del total de cuentahabientes de las entidades miembros del Sistema de Garantías de Depósitos, que son los seis bancos que captan depósitos en el país.
Sevilla está convencido que el papel que tiene el Fogade debe tener “más notoriedad” dentro de los usuarios del SFN, para que se conozca su alcance y también en el tema de fortalecer la educación financiera que deben recibir los ahorrantes.
MÁS RESPONSABILIDADES
Creado en 2001 precisamente por las quiebras bancaria, la Ley 371, Ley de Garantía de Depósitos del Sistema Financiero, limitaba las funciones del Fogade a “una caja de pago” del dinero de los depositantes.
Sevilla explica que a raíz de la reforma a la ley, en 2005, se le amplían las responsabilidades. Fogade ahora supervisa la liquidación forzosa de los activos de las entidades financieras miembros del Sistema de Garantía de Depósitos que la Siboif ordena salir del Sistema.
“Hasta el momento, desde su creación, todavía el Fogade no ha tenido ningún proceso de restitución de depósitos ni de intervenir en liquidación de una institución”, destaca Sevilla.
El Fogade asegura la devolución del monto máximo de 10,000 dólares o su equivalente en moneda nacional al depositante, “incluyendo monto principal e intereses devengados desde la fecha de inicio de conformadas las cuentas de depósitos, hasta el inicio del procedimiento de restitución”.
El crecimiento del capital lo “alimentan” los mismos bancos, ya que la ley establece que se debe entregar una prima anual que corresponde al 0.25 por ciento de los depósitos promedio con que cada entidad bancaria cerró el año anterior.
“Todo obedece al crecimiento de la economía (…) Y en la medida que más gente se incorpora al mercado laboral tiene la posibilidad de tener su ahorros”, asegura Sevilla.
Actualmente son seis entidades bancarias las que integran Fogade. En un futuro, Sevilla espera que el estatal Banco de Fomento a la Producción (Produzcamos) se sume. Para ello es necesario que se autorice por ley que el Produzcamos capte ahorros.
“Hasta hace poco el Fogade había estado fuera de la órbita pública. Ahora pretendemos dar a conocer a la población la existencia, que sepa que al ahorrar —aparte de tener el respaldo de la institución financiera— existe separado un seguro de depósito que lo respalda. Da más confianza y con eso pretendemos contribuir a la promoción del ahorro y del nivel de educación financiera”, puntualiza Sevilla.
AMPLIAR PROTECCIÓN DE RIESGOS
Para Marvin Pomares, presidente del Instituto Nacional de Defensa de los Consumidores (Indec), aún existen deficiencias en el tema del respaldo del dinero de los ahorrantes, ya que debería ampliarse la cobertura al riesgo de robos y no solo limitarlo a responder ante la quiebra de una institución financiera.
“Cuando le roban la cartera con sus tarjetas de crédito o débito a una persona ‘olímpicamente’ el ladrón saca la plata. Tenemos casos de denuncias de ciudadanos que reportaron a lo inmediato la sustracción de su tarjeta, pero a quienes les aparecen que les retiraron hasta 6,000 córdobas en el llenado de combustibles (de automóvil)”, explica.
Pomares se queja que esto se debe a fallas en el sistema de seguridad que los bancos deben prestar a los tarjetahabientes.
“Los bancos no están asumiendo su responsabilidad por los riesgos del dinero de los depositantes a como debe ser. Deben por ejemplo exigir a las casas comerciales y a todos los establecimientos que se exija la cédula cuando se haga una transacción con tarjeta para corroborar que la persona sea el propietario”, plantea.